23 mayo 2006

Los versiculos que los prelados olvidan

Por: Antonio Bermúdez

Fecha de publicación: Martes, 23/05/06 10:02am
URL: http://www.aporrea.org/dameletra.php?docid=22088


La muerte de un cura producida en extrañas circunstancias en un hotel de mala muerte en Caracas, ha desatado contra el gobierno las críticas más acerbas de la encopetada Conferencia Episcopal. Desde Chirivella pasando por Luckert hasta Porras, han lanzado toda clase de denuestos contra el Fiscal, justificando sus palabras en que “se esta difamando a un sacerdote” o “de que se esta violentando la vida privada de un ciudadano”. Se ve que la hipocresía surge a raudales de entre los flecos de la sotana. Primero que todo ilustrísimos monseñores, los sacerdotes son servidores públicos por tanto no tienen vida privada, y menos en temas que son inherentes a su ministerio como es la conducta moral.

Porque fue una conducta moral inapropiada lo que permitió que el cura perdiera su vida a manos de un infame. Si una persona se dedica a buscar en la calle degenerados para dar rienda a sus desviaciones sexuales, que de extraño tiene que un día cualquiera, alguno de esos contactados robe o asesine a su contactador. Y en ese caso ¿es culpa solamente del contactado, o es una culpa conjunta con el contactador?. Ahora parece que quien se dedica a tales obscuros menesteres es un MARTIR, definitivamente la cópula eclesiástica esta de cabeza con tales declaraciones. Parece que Luckert, Porras, Chirivella y demás fauna y que cristiana, no han leído o si lo han hecho, hace muchos años que las han olvidado, las reglas morales asociadas a su religión.

Obviamente este olvido voluntario es debido a que mucho de estos encopetados pontífices sufren de iguales o peores desviaciones conductuales que el supuesto Mártir asesinado. La actuación del referido cura representa la peor abominación nombrada en el Antiguo Testamento, y los servidores del Altísimo del Israel bíblico sabrían que hacer tanto con el cura como con su asesino, sino recordemos a los monseñores lo que dice su Libro Sagrado: “No te echaras con varón como con mujer; es abominación”. Lv. 18:22. “Si alguno se ayuntara con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos sobre ellos será su sangre”. Lv. 20:13. “….ni haya sodomita de entre los hijos de Israel”. Dt. 23:17.

No recuerda mí iluminado Porras, porque Dios destruyó a Sodoma y Gomorra, y de donde se deriva el término Sodomita. Enseñemos a nuestros ínclitos varones (serán?). Cuando el Dios que vosotros adoráis vio que en esas ciudades se cometía la peor de las bajezas, y donde no había ni 10 varones justos, envió a sus ángeles a destruirlas, ¿Qué clase de actos cometían los habitantes de estas ciudades?, el texto bíblico nos lo explica. Al llegar los ángeles en forma humana a Sodoma, fueron recibidos por Lot en su casa, pero inmediatamente fue rodeada la misma por todos los varones de la ciudad quienes “Y llamaron a Lot y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos”. Gn. 19:5. Todos sabemos la connotación del verbo CONOCER en el Antiguo Testamento, pero por si las moscas y los sabios purpurados le ha dado amnesia, lo ilustro con este pasaje:“Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín..” Gn. 4:1.

En otras palabras el ayuntarse dos humanos del mismo sexo, es abominación para la religión en donde ustedes son sacerdotes, y por esa degeneración fueron borradas de la faz de la tierra esas ciudades. Ahora si decir la verdad sobre las causas de un crimen es difamar a la victima, yo no veo a ninguno de ustedes reclamando cuando se narran las más sórdidas historias sobre los crímenes realizados a ciudadanos comunes. O es que ustedes no se deben a sus fieles, o es que un cura con serias desviaciones sexuales es un Mártir cuando muere a manos de su amante, mientras que un ciudadano común en iguales circunstancias es un marico que recibió lo que bien merecía.

Es increíble la poca vergüenza de esa banda de ladinos que usan la muerte de un compañero para buscar desacreditar al gobierno, su estatura moral es de dimensiones liliputienses, deberían verse en el espejo de las condiciones ideales para ser obispo declaradas por el apóstol Pablo “Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su casa que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad; pues el que no sabe gobernar su propia casa ¿Cómo cuidará de la iglesia de Dios?”. 1Ti. 3:2-5. Igualmente quien no sepa gobernar su cuerpo, controlar sus desviaciones y deseos, como puede pretender convertirse en conductor de almas, en pastor de hombres, será para llevarlas por el camino del Infierno.

Pero nada debe sorprendernos, ya que hasta el estado civil de todos estos ensotanados es una aberración, una apostasía en si mismo: “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe,……….prohibirán casarse..”. 1Ti. 4:1,3. Para ellos solo puede ser justo, el mayor desprecio a su conducta ante la muerte de un ser humano, a quien no he querido nombrar, porque no es el propósito hacer escarnio del mismo. Pero eso que hemos visto son los frutos de mentes enfermas, desquiciadas por sus propias represiones y que explotan causando destrucción, dolor y muerte tanto en ellos mismos como en los que todavía creen en ellos. Recordemos las palabras de quien ellos dicen es su Dios vivo hecho hombre: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?. …………..No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que esta en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?. Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mi, hacedores de mal.”. Mat. 7:15-16, 21-23.

De toda la guerra mediática sobre el particular, me ha quedado una cierta duda que pido a los que puedan de VTV la aclaren. Cuando el purpurado Chirivella hacia su cantinflérica declaración rodeado de toda la Conferencia Episcopal, la mayoría de esos bacalaos pusieron cara de contritos, pero me llamó la atención la desfasada sonrisa de emérito Porras, situado a la espalda del hablante, fue tan rara esa expresión, que los editores de Globoterror, la siguiente vez que la emitieron cubrieron con una especie de sombra el rostro del nombrado, para encubrir la descarada alegría que mostraba el monseñor. Al fin de cuentas no fue Porras que señaló el sábado previo, como si supiera el hecho de antemano, que el cura asesinado había sido victima de la inseguridad reinante en este rrrrégimen.

No habiendo ninguna rectificación aun después de conocer el verdadero destino del buscado. SEPULCROS BLANQUEADOS, eso son todos estos purpurados, límpidos por fuera y con la pudrición por dentro. De la sagrada doctrina de Jesús estos payasos hacen burla todos los días, esos obispos no son hijos de Abraham sino que su padre es el mismo Diablo, por que mentiras son lo único que sale de sus bocas, mentiras como las de su Padre el Diablo.

Los verdaderos mártires de la fe son los que buscan la justicia, la paz y la armonía para todos los seres humanos, sin distingo de raza, genero, credo o edad, es esa búsqueda que esta expresada en el Libro Santo y también, aunque a los purpurados les duela, en la Constitución Nacional, por que un verdadero bolivariano y un verdadero cristiano no se diferencian mucho, su búsqueda al final es el bienestar y la felicidad común. Luchemos por que esa igualdad derivada de la justicia se haga cierta, porque no solo de purpurados degenerados y mentirosos, y de opositores inmorales, es que debe defenderse la revolución, sino también de los ovejitas de la V que son lobos rapaces de la IV. De nuestra lucha dependerá si este proceso se hunde en las mismas aguas cenagosas y corruptas de la IV, o levantando la antorcha de la dignidad y de la contraloría social, limpiamos el camino y alcanzamos la meta.

JESUS, EL QUIJOTE Y BOLIVAR, los tres grandes majaderos, que permanecen en el tiempo luchando contra la adversidad. Que ellos alumbren nuestra conciencia, y den vigor a nuestra lucha por una Venezuela decente.

Gracias por escucharme
Antonio Bermúdez

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