“Ante una invasión del gobierno más poderoso de la Tierra, nosotros nos dispersaríamos, nos haríamos tierra, aire, agua y conduciríamos una guerra de resistencia", fueron las palabras utilizadas por Hugo Chávez Frias, Presidente de Venezuela, en ocasión de uno de sus recientes discursos televisivos.
POR EL DR. RAMIRO ANZIT GUERRERO, ESPECIALISTA EN CONTRATERRORISMO Y SEGURIDAD
Ante la posibilidad -por ahora improbable-, de ocupación del territorio nacional por parte de fuerzas estadounidenses, con el objetivo de tomar los recursos energéticos y derrocar al gobierno, Venezuela ha procedido a modificar la estructura de las fuerzas armadas, con una tendencia orientada a incrementar la relevancia del factor humano.
En este sentido, se ha iniciado el entrenamiento de milicias populares o civiles (tiro con fusil de asalto, pista de infantería, educación física, etc.), que ya cuentan con más de 150,000 elementos, mientras que las fuerzas armadas venezolanas cuentan un número aproximado de 100,000 soldados. El entrenamiento inicial consta de un curso intensivo en "Guerra de Resistencia", que dura unos veinte fines de semana.
El nombre que se ha dado a estos grupos de ciudadanos-soldados es el de "Guardia Territorial". El objetivo final del mandatario venezolano es ni más ni menos que dotar a estas milicias de un millón de cuadros, debidamente formados y entrenados para un conflicto de carácter irregular o de resistencia.
Estas milicias vienen a conformar el quinto componente militar venezolano junto al ejército, marina, fuerza aérea y la guardia nacional, y constituyéndose bajo el ala de la reserva y engrosando el número de reservistas tradicionales.
Estos grupos dependerán directamente de Hugo Chávez en su carácter de presidente de la Republica, y por tal motivo, la oposición antichavista ha encendido su voz de alarma. Se considera que las mencionadas milicias pueden perfectamente ser utilizadas como fuerza de choque contra las revueltas sociales y los disidentes y opositories políticos al actual gobierno.
La mayoría de los voluntarios proviene de los sectores más carenciados de la población que son fieles al régimen de Chávez. Tanto mujeres como hombres, obreros y estudiantes, amas de casas o empleados públicos de todos los sectores están participando de los entrenamientos.
Además de los 33 helicópteros rusos (MI17-V5) que ha adquirido el gobierno venezolano, se agregan a estos el embarque de 100,000 fusiles Kalashnikov y 34 millones de proyectiles que están próximos a arribar a la nación caribeña. Los fusiles viejos de origen belga pasarían a ser ocupados por los reservistas y servirían para el entrenamiento de la Guardia Territorial.
También 8 aviones rusos MI-35 y un MI-26 llegarán al país a fines del año en curso.
La denominada "Guardia Territorial" está constituida por ciudadanos organizados para cumplir funciones de resistencia local ante una agresión interna o una invasión por parte de fuerzas extranjeras. Militarmente, figuran bajo el mando de la Comandancia General de la Reserva Nacional y de la Movilización Nacional.
Tienen, también, entre sus responsabilidades, la complementación de la Fuerza Armada Nacional activa para el cumplimiento de sus funciones, y proporcionar reemplazos a sus unidades, y a cualquier otra que se le asigne para la defensa integral de la República Bolivariana de Venezuela.
Su misión principal es la preparación y mantenimiento del pueblo organizado para operaciones de resistencia local, que sería necesaria ante cualquier agresión interna y/o externa, así también tiene entre sus tareas la participación en misiones especiales de defensa y desarrollo integral del territorio.
Estas nuevas milicias ven la luz en el marco de una escalada del conflicto dialéctico entre Estados Unidos y Venezuela. En el presente mes de abril, se están intensificando las operaciones de entrenamiento militar en el Caribe, que tienen como protagonistas a las naciones de la región y fuerzas navales y militares estadounidenses que sirven en el denominado Comando Sur (United State Southern Command), que estaba localizado en Panamá, pero que fuera recientemente trasladado al Estado de Florida.
El origen de esta nueva escalada estaría en las declaraciones que la secretaria de defensa, Condoleeza Rice, realizara en febrero pasado cuando afirmó que Venezuela era uno de los mayores peligros para la Administración Bush, ya que, de acuerdo a la destacada funcionaria, Hugo Chávez no tendría otro objetivo que desestabilizar a las democracias de la región.
En cierta forma, la postura de los Estados Unidos hacia Chávez obedece al impulso que éste da al ALBA (Alternativa Bolivariana de las Américas) en oposición al ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), una propuesta que va ciertamente en contra del modelo neoliberal del ALCA y que se orienta a una integración más latinoamericana.
La reacción de los Estados Unidos a esta política de Hugo Chávez -cuyo país es el quinto exportador mundial de crudo- se materializa en los acuerdos secretos que se llevan a cabo con la oposición al gobierno nacional venezolano, que desembocaron en la aparición de un movimiento separatista en la rica provincia de Zulia, en el Norte del país. Con 4 millones de habitantes, grandes reservas petroleras y con una dirigencia marcadamente antichavista -y que tiene actualmente a su gobernador Manuel Rosales en juicio político por dar apoyo a la intentona de golpe de estado de Pedro Carmona en 2002-.
Este movimiento separatista intentará, según sus propias declaraciones, instalar un gobierno capitalista liberal de derecha, a la vez que el propio embajador de los Estados Unidos en Venezuela, William Brownfield, se refirió en una entrevista a la "Republica de Zulia". Esto desencadenó un inmediato repudio popular ante lo que se percibió como una traición a la patria por parte de los opositores separatistas.
La disputa entre Estados Unidos y Venezuela podría darse en el marco de una futura guerra asimétrica entre estas dos naciones, pero no deja de ser cierto que ambos polos representan distintos bloques ideológicos. En esta línea, Hugo Chávez dijo en un discurso reciente que “vamos a formar ese millón de hombres y mujeres bien equipados y bien adiestrados en la guerra de resistencia, en la guerra asimétrica. Porque si al imperio norteamericano se le ocurre la locura de venir aquí a vomitar su carga de fuego y de muerte, pues aquí comenzaría la guerra de los 100 años; ¡aquí enterraríamos al imperio de los Estados Unidos¡".
Si se quiere definir a la guerra asimétrica, puede decirse que se basa simplemente en el enfrentamiento entre fuerzas desproporcionadas.
La noción nace con los pequeños grupos de hombres que en España se oponían a la ocupación napoleónica, mediante el uso de un esquema bélico nuevo : la guerrilla.
Estas células, al carecer de capacidad militar, pertrechos, tecnología y hombres suficientes para posicionarse frente a un adversario notoriamente superior y poderoso, saben de antemano que no pueden combatir de forma convencional, ya que son materialmente débiles para enfrentarse directamente contra su enemigo. Entonces se movilizan bajo la concepción de “golpear y escapar”. Utilizan el factor sorpresa, una notoria capacidad de movilidad, una racionalidad significativamente diferente a la del enemigo. Explotan las debilidades del oponente y combaten de forma no frontal.
En conclusión, utilizan recursos difíciles de implementar y combatir para un ejército regular que utiliza, tradicionalmente, la denominada estrategia directa.
La estrategia directa busca el ataque concentrado de las propias fuerzas sobre la posición central del enemigo, situación que, ante el choque frontal de los oponentes, será determinada por el actor que tenga mayor poder de masa. Esta circunstancia provoca un efecto psicológico en el enemigo que lo obliga a demostrar mayor resistencia, debido a que sabe que se encuentra ante una amenaza.
Por el contrario, la estrategia de aproximación indirecta, planteada teóricamente por el militar británico Basil Liddell Hart, tiene como objetivo obtener la victoria sin padecer una importante pelea. Esto se logra dispersando (dispersión) las propias fuerzas y atacando en el lugar menos esperado por el enemigo (paradoja) pero en el que el oponente es débil, hecho que provoca la dispersión de sus fuerzas y le acota su libertad de acción.
Podemos ver que el fin de la estrategia de aproximación indirecta no es la batalla, sino la obtención de una ventaja estratégica que permita vencer al oponente o dejarlo en una situación claramente desfavorable.
La relación entre guerra asimétrica y los postulados de Liddell Hart sobre la estrategia de aproximación indirecta fueron planteadas por el general francés André Beaufre en su obra "Introducción a la Estrategia", a través de los conceptos siguientes : “Teoría de la aproximación indirecta; ésta -en el ámbito operativo militar- consiste en no tomar al toro por los cuernos, o sea que no equivale a enfrentarse con el enemigo en una prueba de fuerza directa sin antes de abordarlo, desasosegarlo, sorprenderlo y desequilibrarlo mediante una aproximación imprevista, efectuada en direcciones desviadas”.
El paradigma de este tipo de combate fueron los atentados del 11 de septiembre de 2001, en los cuales se enfrentaron dos actores asimétricos, como era la superpotencia militar y tecnológica representada por Estados Unidos y por el otro lado un puñado de hombres que tomaron aviones de línea. En tal caso, se ha observado con claridad el uso de la guerra asimétrica, en donde el oponente más débil tiene posibilidades de vencer si ataca al más fuerte en sus zonas débiles o carentes de resguardo y protección.
Sin un gran aparato militar, recursos humanos y logística, grupos de individuos que en teoría representan un bajo nivel de amenaza, puede ocasionar estragos a un enemigo bien dotado.
Puede afirmarse, sin temor al error, que, cuanto mayor es la diferencia de poder entre dos actores, el actor que se encuentra en la posición inferior suele utilizar métodos más extremos en la búsqueda de sus fines. Que es lo mismo que declarar que, a mayor asimetría, pueden observarse respuestas más violentas.
Cuanto más grande es Goliat y más pequeño David, será este ultimo quien ataque con mayor fuerza. Tal es la paradoja del actual concepto de guerra de resistencia o guerra asimétrica, que podría, en algún futuro, tener en sus veredas opuestas a los gobiernos de Estados Unidos por un lado, y de Venezuela por el otro.
Fuente: Dr. Ramiro Anzit Guerrero, especialista en Contraterrorismo y Seguridad
Tomado de: http://www.elojodigital.com/internacionales/2006/05/02/1097.html
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