25 octubre 2006

Rodillas en tierra…

o la batalla en la ONU…
El soldado bisoño lo cree todo perdido, desde que es derrotado una vez; porque la experiencia no le ha probado que el valor, la habilidad y la constancia corrigen la mala fortuna. - Simón Bolívar -
DOBLEFILO
Por: JotaDobleVe
JWekker@GMail.com
19/Oct/2006


Hoy sigue la contienda… ¡Perderán!, dirán los unos… ¡no habrá vencedores!, dirán los otros… Más yo les digo: ésta es una batalla entre David y Goliat… En el tablero del ajedrez de la diplomacia se sacrifican los peones, se estrellan los alfiles… las torres y los caballos darán su mejor pelea antes de caer… temprano caerán a las reinas y al final solo quedaron dos testas coronadas deambulando por en encuadrado… Si es así, entonces las tablas deberán ser decretadas y otros protagonistas entrarán en el juego…

Pero… ¿seguro que no habrá vencedores?... no lo creo, si el débil le empata al fuerte, si David aún esta en pie después de la batalla con Goliat… ¿Quién ganó?... ¿Quién Perdió?... ¿No son setenta u ochenta orgullosas naciones paradas firmes contra cinco o seis poderosas potencias y sus temerosos vasallos una clara muestra que algo está cambiando?...
“… he arado en el mar… la independencia es el único bien que hemos logrado luego de veinte años de guerra”
Así se quejaba Simón Bolívar, hace ya más de siglo y medio… se encontraba solo… odiado por muchos… desterrado de su propia patria… rodeado de infinidad de traidores y al borde del sepulcro… Pero no es este nuestro caso son setenta u ochenta naciones aún con el arresto de mantener las rodillas en tierra en lo más cruento de la batalla, cuando todos apuestan a que la victoria no será posible… son setenta u ochenta hermanos que entienden que otro mundo es posible… que aunque se pierda una batalla, no se perderá la guerra; que una batalla bien peleada, aún cuando deba perderse, deja debilitado a enemigo… muchas veces, cargando en su cuerpo el venablo que causara su derrota final… de esta batalla, aunque triunfe en apariencia, el Imperio saldrá herido.

Las naciones que hoy contribuyen a que seamos derrotados, están obligadas por los manejos torvos de la política imperial, pero deben tener la vergüenza a flor de piel, aquellos que por diversas circunstancias, casi siempre un temor ancestral, están obligadas a votar en nuestra contra pronto se darán cuenta que no es tan fiero el león como lo pintan, que puede ser derrotado; pero lo que es peor (para ellos) que a quien apoyan no tiene honor en sus compromisos… Si nos derrotan, vendrán otras contiendas, otros serán los campos en donde luchemos… y de seguro las disposiciones de fuerza cambiarán… y entonces, más rodillas en tierra encontraremos a nuestro lado…

Mientras tanto, quiero dejar unas consideraciones sobre la mesa:
  1. En las relaciones diplomáticas (realpolitik), no existen los amigos; sólo intereses que convergen.
  2. La amistad, la cooperación, puede atraer a determinados países, pero hasta cierto punto y con límites; en algunos casos más puede el temor que la amistad.
  3. Todo apoyo es relativo, y si media una elección en la que los votos serán secretos, la elección puede deparar sorpresas, mucho más, si uno de los actores aúpa intereses en sobres aún más secretos.
Alegría hermanos, no perderemos nada, más bien ganaremos mucho…

Nos vemos

JotaDobleVe
Publicado en “La Hojilla Impresa”
25/Oct/*2006

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