09 julio 2006

RAICES

Blanco con bata blanca “médico”. Negro con bata blanca “chichero”… Los ricos viven en “lomas” y los pobres en “cerros”

Por: Jorge Mier Hoffman


Son los chistes segregacionistas que invaden las páginas en Internet… Quién no recuerda a Kunta Kinte, protagonista de la serie de televisión “Raíces” de la Cadena ABC, que en el año de 1977 nos trasladaba al África del siglo XVI, cuando los blancos iban a cazar negros para venderlos como esclavos a las colonias estadounidenses… Esa serie supo cautivar al público al denunciar el segregacionismo, la lucha de clases, la injusticia y la discriminación racial que está sembrada en la genética anglosajona, que no es cosa del pasado, y que quedó demostrada con el huracán Katrina que devastó Nueva Orleáns, para desgracia de los negros pobres que no vieron llegar la ayuda humanitaria de un gobierno de blancos que corre cuando su casta blanca es amenazada por un huracán o un tornado, pero que en su racismo, deja que millones de negros sufran en Harlen y el Bronx, la inclemencia del invierno infernal, mientras los blancos privilegiados disfrutan sus cenas de navidad en cálidos hogares.

Durante la Segunda Guerra Mundial el mundo también fue impactado por la discriminación de la raza aria que se considera superior al resto de la humanidad, y que volcó su rabia segregacionista en los judíos que eran exterminados en los Campos de Concentración Nazi… Fue una práctica de encierro segregacionista que surgió en el pasado con los Estados Pontificios cuando crearon los “Guetos” para enclaustrar a judíos, musulmanes, ateos y cristianos que denigraran del Papa.

Hoy el planeta tiembla ante la intolerancia religiosa, como otra forma de segregacionismo entre judíos y musulmanes que amenaza la paz del planeta

Si bien es cierto que en la conciencia del pueblo venezolano no existe la discriminación racial ni religiosa, salvo la que se aplica en algunos medios de comunicación, durante 41 años tuvimos la peor de todas las formas de segregacionismo: LA DISCRIMINACIÓN SOCIAL

En 1987 me correspondió visitar las instalaciones del Gurí para evaluar el potencial hidroeléctrico del país, conforme al desarrollo del Sur que se planificaba con las empresas de Guayana… En esa oportunidad, fui invitado a una lujosa Hacienda, donde el dueño me preguntó si quería conocer a sus hijos… Era obvio que le mencioné que sí, y de inmediato un gesto de un aplauso a manera de señal, tal cual veíamos en la serie “Raíces”, al momento en que se presentaron cerca de 8 muchachos no mayores de 10 años que se alinearon ante el hacendado… En mi inocencia, pensé que ciertamente se trataban de sus hijos, a lo que el amo de la Hacienda, de manera burlesca, se dirigió a los demás invitados: “éste es de la Capital… No son mis hijos… son mis esclavos que yo compro a buen precio”… Al momento, en que los jóvenes comenzaron a dar sus nombres con el apellido del amo…

Eran esclavos en pleno siglo XX y a pocas horas de Caracas..!

Recordé esta anécdota al compatriota Guillermo García Ponce cuando era Constituyentista y aún la Revolución Bolivariana luchaba por desterrar la injusticia social de 41 años de Puntofijismo… Guillermo me contó sobre una más reciente, cuando visitó en calidad de denuncia una obra de ingeniería que estaba siendo llevada a cabo por un consorcio español, que acostumbraba amarrar a los obreros rebeldes, tal cual ocurría en la época colonial, mientras los empresarios comían en lujosos tráiler con aire acondicionado… Cuando los dueños supieron de las intenciones de Guillermo, llamaron al Jefe de la Policía, quien sin importar la condición de inmunidad de un constituyentista, fue arrestado por intervenir a favor de los obreros maltratados.

Hago estas reflexiones, motivado a un artículo que publicó Claudio Nazoa en pasado 3 de junio bajo el título: “Los Primeros Muertos serán de Apellido Nazoa”

En su escrito del Nacional, Claudio Nazoa se ruboriza por la discriminación política que ha generado la intolerancia partidista del bolivarianismo, que según él, nunca se había visto en el país… Nazoa añora ese “paraíso” del Puntofijismo donde vivían en armonía ADECOS, COPEYANOS, COMUNISTAS y apolíticos… También invoca con profunda tristeza, esa “paz” que según tú, se respiraba el país, cuando tu padre, el excelso Aquiles Nazoa, trabajaba como Director de Cultura con Carlos Andrés Pérez.

EL CREDO DE AQUILES NAZOA

“…creo en un barco esbelto y distantísimo que salió hace un siglo al encuentro de la aurora; su capitán Lord Byron, al cinto la espada de los arcángeles, junto a sus sienes un resplandor de estrellas; creo en la amistad como el invento más bello del hombre, creo en los poderes creadores del pueblo, creo en la poesía y en fin, creo en mí mismo, puesto que sé que alguien me ama” Aquiles Nazoa

Qué tristeza y que lástima me das Claudio, por ser hijo de ese hombre de mente revolucionaria y que todos admiramos: Aquiles Nazoa el escritor, periodista, poeta, humorista y humanista social.

En ti no se aplica ese refrán: “De tal palo tal astilla”… Si la naturaleza no te dotó de la sapiencia, la sabiduría ni la capacidad artística de pintar las palabras en hermosas poesías, al menos no mancilles el apellido de tu padre con este infame escrito lleno de mentiras… y que deja ver tu ignorancia en los asuntos políticos y tu postura lacayista a favor de unos dueños de medios de comunicación… Léase: Radio Caracas Televisión, Globovisión, El Nacional, El Universal y la Cadena de Radio Nacional CNB… Te recuerdo, que no todos sufrimos de la ignorancia histórica: tu padre Aquiles Nazoa fue víctima de ese Puntofijismo que tanto alabas, y que se inauguraba el 13 de febrero de 1959 con Rómulo Betancourt como presidente, quien al año siguiente ordenó cerrar la revista de tu padre “Dominguito”, por su postura socialista bolivariana, y por denunciar las sirvenguenzuras de adecos y copeyanos.

Con la defensa irresponsable que haces del Puntofijismo..! removiste las cenizas de otro mártir de la revolución, el profesor Lovera, asesinado por la jauría de Carlos Andrés Pérez, que con seguridad debe estar compartiendo honores con tu padre en el cielo de los justos

Hablas de intolerancia bolivariana en un país donde la libertad de prensa se ha convertido un LIBERTINAJE vulgar y prostituido para los medios de la oposición, que dicen y desdicen de Chávez y el gobierno, silenciando sus logros e inventando un país en desgracia que sólo existe en las mentes enfermizas de algunos lacayos que se dicen “periodistas”.

Claudio, no es un secreto que algunos de tus colegas del medio humorístico, anhelan una invasión Norteamericana y por ello fueron firmantes del Decreto Dictatorial de Carmona “el breve”…

…y con toda esa desgracia oposicionista y oportunista que apuesta a la desgracia de Venezuela, no hay perseguidos políticos, ni muertos ni desaparecidos, sino delincuentes que han huido del país y otros están siendo juzgado por los tribunales conforme la Constitución y las leyes… pero nada dices de los muertos de Carlos Andrés Pérez, Raúl Leonis y Rafael Caldera, cuando lanzaban desde los helicópteros a los disidentes políticos que secuestraban de sus casas sin otra Orden que la fuerza de las pistolas… Es verdad lo que dices: “En el Puntofijismo no había disidencia política ni intolerancia”, no porque no la hubiera, sino porque los medios cómplices silenciaban a la disidencia y la policía del gobierno se encargada de callarlos para siempre… Esto no lo digo yo sino lo dijo tú padre cuando exponía con vehemencia sus ideales socialistas que plasmó en su obra “CUBA, de Martí a Fidel Castro” donde tu padre escribió:

"Nos sentimos de todos los tiempos y de todos los lugares, y andamos como el viento tras esa semilla que aquí cayó un día y aquí, en terreno fértil, retoñó y se levanta como lo que siempre hemos dicho —y no lo digo ahora aquí en Cuba, porque esté en Cuba y porque, como dicen en mi tierra, en el llano venezolano, me siento guapo y apoyado, sino que lo decíamos en el mismo ejército venezolano antes de ser soldados insurrectos; lo decíamos en los salones, en las escuelas militares de Venezuela—: Cuba es un bastión de la dignidad latinoamericana y como tal hay que verla"

Yo no olvido el pasado y te recuerdo cuando tú y yo estudiábamos en el Pablo Acosta Ortiz en la Av. San Martín, Liceo abandonado por la desidia de un gobierno ADECO y luego COPEYANO que no le interesaba fomentar la educación

No te acuerdas cuando teníamos que agruparnos en la avenida para atravesar los barrios para llegar al Liceo y evitar la delincuencia que nos azotaba… No te acuerdas cuando éramos golpeados salvajemente por la policía del Gobierno cada vez que nos amotinábamos en la bomba de la Av. San Martín para protestar por el cierre de las Escuelas Técnicas que dejó varado a miles de estudiantes… No te acuerdas cuando allanaron el Liceo por una denuncia de un periódico de izquierda que se distribuía en nuestro Liceo… No te acuerdas cuando fuimos arrestados por protestar por el allanamiento de la UCV por orden de Caldera… y hablas de intolerancia bolivariana..? No te acuerdas que para trabajar en el gobierno debíamos pagar la cuota política que te descontaban por nómina todas las quincenas… No te acuerdas que no podías hablar de marxismo en el trabajo, y mucho menos hablar mal del gobierno… No te acuerdas que el Presupuesto Nacional se lo repartían los “Amos del Valle” y el pueblo padecía la indolencia e intolerancia de un gobierno que sólo visitaba los barrios para busca de delincuentes y hacer redadas… No te acuerdas que para trabajar en televisión tenías que “jalar bola” o pagar la operación colchón que tantas veces denunció tu padre entre chistes y poemas en su programa de radio… Programa que la Radio Rochela ridiculizaba todos los lunes… No te acuerdas..?

Un consejo compatriota Claudio: Lee las obras de tu padre Aquiles Nazca, donde hallaras las raíces de esta revolución bolivariana fundamentadas en su máximo líder: Simón Bolívar


Por: Jorge Mier Hoffman


ARTÍCULO AL CUAL SE ALUDE

¿Los primeros muertos serán de apellido Nazoa?

Claudio Nazoa no ha hecho nunca nada en su vida, pero todo el mundo cree que si... Claudio Nazoa, obviamente, se considera un genio, pero no por su sabiduría, sino por su increíble capacidad para engañar a la gente que lo lee y lo escucha. - CNG -

Por: Claudio Nazoa
El Nacional Lun Jul 03, 2006


En esta absurda locura en la que todos estamos inmersos, unos por gusto, otros por fanatismo al confundir la política con una secta religiosa con gurú, otros por jala bolas, otros por corruptos, otros por hambre y miseria,otros por disfrutar del poder, otros por odios y frustraciones, otros por resentimientos, otros por racistas (blanco-negro, indio-negro-blanco), otros por miedos, otros por obligación, como es mi caso y el de muchos a quienes no nos gusta participar de la demencia irresponsable, pero estamos inmersos en ella, la sufrimos y la padecemos por el simple hecho de vivir aquí donde nos gusta.

Este régimen no tiene una ideología que lo sustente, es como si hubiesen tomado un poquito de lo peor de todo para inventar la nada por donde andamos.

Las personas que apoyan al Gobierno tienen que estar claras que también están sentenciadas porque las revoluciones no perdonan (yo escribí sobre esto en un artículo que anda circulando por Internet, titulado "Todos perderemos todo" ) y todos son propensos a convertirse en, por nombrar sólo a dos, futuros Miquilena o Velázquez Alvaray, personajes estos que bastante vaina echaron y al final tuvieron que salir corriendo, perseguidos por las leyes que ellos mismos inventaron.

Huyeron espantados de la casa del diablo que antes les parecía tan angelical.

A veces no puedo entender cómo es posible que amigos que alguna vez luchamos juntos, combatiendo injusticias propiciadas por los gobiernos adecos y copeyanos, estén ahora haciendo o apoyando las mismas o peores cosas por las que antes arriesgábamos el pellejo.

En el plano cultural, donde siempre me he movido, es increíble encontrarme con compañeros muy queridos, talentosos y admirados algunos, los cuales, al igual que yo, tuvimos 40 años trabajando sin ningún problema con los gobiernos adecos y copeyanos, y que ahora apoyan que este gobierno de ultraderecha aplique criterios fascistas para impedir que artistas como yo trabajen en donde siempre habíamos trabajado, a pesar de ser críticos duros de quienes nos contrataban.

Me gusta escribir claro y raspao, sin citaderas ni erudiciones que no tengo.

Trato de escribir cosas como si las estuviera hablando frente a cada uno de mis amigables lectores. No me mueve el odio ni ningún deseo de venganza.

No pertenezco a ningún partido político y soy un optimista guerrillero de la discusión sana y productiva.

No soy ningún santo, pero trato de agradar a las personas aunque no las conozca y si me pagan, hasta las hago reír. Explico estas cosas tan personales porque quiero que quien lea esto sepa que a lo mejor no tengo la razón, pero que mi preocupación de alguna forma, por lo sincera, debería ser tomada en cuenta hasta por quienes apoyan esta cosa rara parecida a algo que no se sabe qué es de verdad, pero que da angustia y miedo, porque estamos a punto de perder todo lo que tenemos.

Cuando éramos felices y no lo sabíamos, durante los 40 famosos años, todos convivíamos y podíamos hacer nuestras vidas libremente, tener becas, ir a las universidades sin ser oligarca ni rico y sobre todo, podíamos trabajar en el gobierno en donde nunca se nos preguntó, a contadas excepciones, si uno era comunista, adeco o copeyano. Yo, siendo izquierdozo, trabajé durante 17 años seguidos en el Consejo Venezolano del Niño y en el Ministerio de la

Juventud. Tengo familiares comunistas-estalinistas, que trabajaron 30 y 40 años en algunos ministerios en donde todo el mundo sabía quienes eran y cómo pensaban, pero como eran muy eficientes, nunca nadie se metió con ellos.

Durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez, Aquiles Nazoa fue director en el antiguo Inciba, después convertido en Conac (ahora no sé como se llama). A él, nadie tuvo nunca la osadía de preguntarle cómo pensaba, entre otras cosas porque su respuesta podría haber sido demoledora.

A muchos de los intelectuales y artistas que apoyan este gobierno, ahora, la exclusión les parece chévere.

Ellos ganaron premios, becas y hasta cómodos puestos diplomáticos durante los nefastos 40 años. Compraron sus casas, apartamentos y carros. Sus hijos, muchas veces con becas del Estado, estudiaron fuera de Venezuela para que hoy vengan con la coño e´madrada de excluir a quienes no piensan como ellos y peor aún, a sapearlos ante las autoridades para que no puedan trabajar en determinadas plantas de radio, televisión, ministerios, teatros y plazas públicas.

Ahora a la maldad le está dando por incitar a la guerra. Los irresponsables que apoyan esta locura deben estar claros que al final, esto nos puede llevar a algo horrible. Tengo dos hijos y dos nietos. Me gustaría saber si los primeros muertos de esa guerra llevarán el apellido Nazoa o el de los lectores que leen esto, o tendrán quizás el apellido de los hijos y los nietos de los irresponsables que no le ponen coto a esta angustia que, sin importar el bando en donde nos ubiquemos, nos está destruyendo a todos.

Por: Claudio Nazoa


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