Por: JotaDobleVe
A manera de carta abierta a los monseñores integrantes del CEV.
Las declaraciones de último cuño de lo que podíamos llamar “la cúpula eclesiástica” de la Iglesia Católica Apostólica y Romana venezolana, llama a la reflexión… Ustedes señores purpurados obvian el problema, evaden la naturaleza del mismo… atacan en lugar de aclarar… y no tenían ni siquiera la necesidad de atacar, con reconocer una falla humana y sentirse apesadumbrados hubiese bastado… pero no, han preferido hacerse cómplices y encubrir la felonía de su colega…
Miren monseñores, no en un problema de ensuciarle la honra a nadie, ya el difunto se encargó de empuercársela él mismo, y de paso aventar la ñeca al ventilador que a ustedes los refresca…
Contesten ustedes una pregunta: ¿realmente no sabían de las “debilidades” del monseñor Piñango?… yo realmente dudo que no lo supieran, dentro de esa vida de hipocresía donde los alter ego se dispara como “El otro yo del Dr. Merengue” todos ustedes se conocen los unos a los otros… se saben sus propias debilidades… la usan en su propio beneficio… para escalar posiciones… hacen chistes con ello… saben los que sucede con las monjas, en los seminarios, en los internados, en los hospicios… saben de la promiscuidad, de la homosexualidad, de la conducta pederasta de muchos de ustedes, contadas son las excepciones de esta regla…
Y no es algo de lo cual “no se deba hablar”… o que como dijera uno de ustedes “la conducta personal del prelado no es importante”… no sea ridículo monseñor… CLARO QUE TIENE IMPORTANCIA… ustedes son las personas con quien mi mujer les consulta sus cuitas, o que hasta me podrían aconsejar a mi en las mías… son ustedes quienes deberían orientar la moralidad de mis hijos… de mis nietos… son ustedes quienes dan educación a muchos… quienes establecen y manejan la escala moral de valores que rige a nuestra sociedad… ¿y entonces?... ¿Quién confiará en ustedes si conforman una casta de desviados sexuales?... perdóneme monseñor--- ¡SI TIENE IMPORTANCIA!...
¿Por qué no dejan la hipocresía a un lado y enfrentan ustedes su propia situación?... Conforman una sociedad de hombres solos, en donde la esencia de la vida que es el instinto de conservación de la especia (LA REPRODUCCIÓN) ha sido suprimida… y señores, eso no es una cuestión de fe… ni de Dios… ni del Demonio… no señores purpurados, eso es una cuestión de hormonas… de reprimir la acción natural que las hormonas causan en el ANIMAL hombre… y cuando se reprime lo natural, nace lo contra natura… Porque señores purpurados el hombre es más animal de lo que el cree y menos hombre de lo piensa.
Y ¿saben ustedes lo fregado? El ligar esas hormonas reprimidas con hormonas en efervescencia dentro de seminarios, hospicios e internados… ¿saben a lo que me refiero monseñores?... estoy seguro que si, ya que por más que ustedes han querido no han podido tapar el escándalo que a través de los años sucede por esta mezcla, semanas atrás ocurrió un episodio en Barquisimeto… dejemos la hipocresía a un lado monseñores y afronten ustedes su realidad… sus debilidades… todo aquello a lo que los lleva el celibato OBLIGATORIO y contra natura que practican...
Y yo pienso, que a la luz de los acontecimientos, la muerte de monseñor Piñango debe servir para que la nación, el gobierno, la asamblea… en fin a quien le corresponda comience a sopesar toda interacción de ustedes con niños y adolescentes hasta que el vaticano no reconsidere ese celibato OBLIGATOTIO que parece agobiar a muchos de ustedes… que los orilla a vivir una vida sexual indefinida y lo que es peor oculta… arrastrándose por rincones de ilegalidad… Los educadores deben tener una vida sexual normal para poder formar hombres y mujeres que enfrenten una vida también normal… El otro yo del Dr. Merengue es lo menos indicado en la educación de nuestros hijos…
¡¡A MIS HIJOS, POR FAVOR, NO LOS EDUQUES!!...
JotaDobleVe
JWekker@GMail.com
Hay un viejo chiste, que me contaron una vez en la mezquita, sobre un encuentro entre miembros de varias denominaciones religiosas. En el momento del almuerzo, sentados frente a la mesa, coinciden en asientos contiguos un obispo católico y un sheij musulmán. El cura se sirve un buen pedazo de jamón y le ofrece al musulmán, pero éste le rechaza amablemente ya que, según le explica, el Corán prohíbe la ingesta de carne de cerdo a los creyentes en el Islam. A esto el cura católico, entre risitas e ironías le dice: «¡mi querido sheij, en verdad no sabe de lo que se pierde!». Después de la comilona, hacen una plática de sobremesa, y el musulmán le pregunta al cura por su esposa, a lo que el sacerdote cristiano le responde que la Santa Iglesia le prohíbe tener mujer. Ante esto, el sheij exclama sorprendido: «¡obispo, usted sí es el que no sabe de lo que se está perdiendo!».
ResponderBorrarEstoy de acuerdo con el camarada JotaDobleVe: mientras se mantenga la disciplina contranatura del celibato impuesto, seguirán las perversiones dentro de la Iglesia Católica. Cada vez más, siento como si las bíblicas Sodoma y Gomorra tuviesen a sus representantes organizados en algunos “partidos” de oposición: el Opus-Gay, el GAYpiscopado de Venezuela (con Porras como la loca más traviesa) y Primero Parchita (que son una cuerda de MARI-ANOS, es decir, fervorosos devotos de María). ¿Cómo es que dice la consigna de los oposicionistas? ¿No dice: “UN MACHO ATRÁS”? ¿O es: “UN PATO MÁS? Bueno, mejor no sigo, no sea que Ratzinger Z (conocido en los bajos fondos romanos como Benedicto “Equis Ve Palito”) me excomulgue. Pax Vobiscum…
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
ResponderBorrar