la política como última oportunidad de los incapaces…
“Nacemos diferentes; hay una variadísima escala desde el idiota hasta el genio. Se nace en una zona de ese espectro, con aptitudes subordinadas a la estructura y la coordinación de las células que intervienen en la elaboración del pensamiento; la herencia concurre a dar un sistema nervioso, agudo u obtuso, según los casos. La educación puede perfeccionar esas capacidades o aptitudes cuando existen; no puede crearlas cuando faltan. -Lo que natura no da, Salamanca no presta-”
-José Ingenieros-
Por: J. W. de Wekker Vegas
En días atrás mi escuálida favorita me escribía acusándome de fundamentalista… en medio de su furia sambilera me indicaba que mi ignorancia era tal que “atacaba a un insigne economista, quien a su vez hermano de dos también economistas y pa’mas ñapa preclaros profesores universitarios” (ver: OPOSICIONISTAS TARADOS) debían ser dignos de respeto. En realidad no criticaba la capacidad mental del supuesto profesor, quien de seguro sabía lo que decía –y porque- sino que argumentaba en contra de una manifestación macartista totalmente pasada de moda en el siglo XXI…
Ahora que bien también pude criticar a los tres hermanitos “economistas” por sus “enseñanzas” (ya que indudablemente son insignes seguidores de las teorías de los Chicago Boy’s); pero ante la situación avalada por los movimientos de indignados por todo el mundo, no es necesario hacer patente lo obvio, cualquier crítica en ese aspecto resultaría redundante.
Pero quedó en mi el gusano de la duda, me vino a la mente un libro que leí en mi adolescencia “El Hombre Mediocre” del argentino José Ingenieros, en medio de mis divagaciones me preguntaba:
- ¿Qué le ve la "sociedad civil" -clase media engominada- venezolana en la sarta de tarados que han representado la política?…
- ¿Por qué esa manía del venezolano de seguir a adefesios incapaces?
- ¿De dónde sale tanta personaje incapaz dentro de la política venezolana?
Hay ejemplos suficientes, para ello analicemos algunos presidentes del siglo XX:
- un analfabeta como Juan Vicente Gómez (*);
- un bachiller, fracasado, como Rómulo Betancourt;
- un abogado laboral, quien nunca defendió a un empleado ante tribunal ALGUNO, como Rafael Caldera;
- un vil asesino, colombiano pa’ñapa, como Carlos Sangrés Pérez.
y no nombro al otro porque mis epítetos podrían hacer sonrojar a cualquier escuálido sambilero o monja que me lea…
Lo único cierto es que los gobernantes del siglo XX han sido un soberano fracaso en Venezuela, y los que medianamente, no lo han sido tanto, como Castro, Crespo, Medina, Chalbaud, Marcos Pérez Jiménez fueron asesinados y/o tumbados, otros fueron tan mediocres y oscuros que pasaron sin penas ni gloria: López, Gallegos, Larrazabal, Leoni, Luis Herrera fueron claros ejemplos de nula mediocridad… En fin, los presidentes de Venezuela del siglo XX han sido todo un monumento al fracaso personal y desilución para quienes creimos alguna vez en ellos.
Claro, esto se puede atribuir al alineamiento mental comunicacional, a la falta de una buena cultura general o más bien a la educación chucuta, orquestada, a partir de 1958, y que estuvo destinada a embrutecer a todo un pueblo… Cualquiera de estos argumentos puede ser la causa, o bien ser una mezcla de todo lo anterior unido al facilismo heredado desde la conquista del peninsular castellano; hidalgo de orilla y vago de vocación.
Lo que confirma aquello escrito por José Ingenieros refiriéndose a la mediocridad en política:
“La política se degrada a convertirse en profesión. En los pueblos sin ideales, los espíritus subalternos medran con torpes intrigas de antecámara. En bajamar sube lo rahez y se acorchan los traficantes. Toda excelencia desaparece, eclipsada por la domesticidad. Se instaura una moral hostil a la firmeza y propicia al relajamiento. El gobierno va a manos de gentualla…”
Al analizar a los integrantes que originalmente integraron la llamada MUD (Mesa de la Ultra Derecha), y los que aún se mantienen en ella después de una hipócrita, canivalesca (o carnavalesca) contienda, nos damos cuenta del poco nivel intelectual de cada uno de sus componentes, todos y cada uno de ellos demuestra –en una u otra forma- su alta mediocridad personal, demostrándonos a todos su incapacidad para ocupar cualquier cargo, ellos hacen verdadera aquella frase:
- “La política es el último recurso que la queda a los mediocres”
La Revolución debe cuidarse de caer en lo mismo, el pueblo cada día rechaza más la mediocridad en sus dirigentes la votación de un Pablo Pérez (o cualquiera que tome su lugar) lo demostrará…
Y lo que siempre he dicho, el pueblo intuye a aquellos quienes haciéndose pasar como chavistas de uña en el rabo, pintados de rojo-rojito están solo, dentro del proceso, para estar cerca de “donde hay”, o simplemente aquellos quienes por mantener un cuarto-republicano cargo público se transforman en perros de taxista o focas de circo.
Camaradas, escuchen a muchos de los entrevistados, en programas de TV, y supuestamente afectos al chavismo; al verlos con camisa y gorra roja se le ve en la cara la falta de sinceridad. Observen lo rastrero de su servilismo, la empalagosa y nauseabunda adulación que exhiben. ¿No les hace recordar lo que hace unos años pregonaban muchos que hoy militan en la tal MUD?
Por otro lado, vean a algunos “Dirigentes”, sobre todo los de muy poca figuración, aprenderse al calco pasajes de Marx, Engels y lanzarlos al viento a destiempo haciendo proselitismo por su propia persona; tratando de mantenerse en la palestra en un “AQUÍ ESTOY”…
Camaradas, debemos comenzar a tener cuidado… no hay que convertir la política en profesión, cuando esto se hace no se tienen dirigentes, se tienen mercenarios y no hay revolución, sólo INVOLUCIÓN…
Saludos, y nos vemos en las teclas…
JotaDobleVe
(*) De J.V.G. me siento en la obligación de aclarar que él reconocía sus propias limitaciones, y con la zamarrería del campesino gocho, él supo rodearse de gente capaz.
Este libro aún cuando fue escrito en 1913 mantiene aún su vigencia.
PATRIA SOCIALISMO O MUERTE, ¡¡¡VENCEREMOS!!!
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