Fuera de Holanda, la proximidad entre los miembros de la casa real holandesa y la población siempre se ha visto con extrañeza. ¿Acaso el drama de Apeldoorn, durante el desfile real, pondrá fin a esta larga tradición?
Una Reina que se desplaza en bicicleta y recibe besos del público entre el cual se mueve, es algo que siempre ha visto con extrañeza. Ahora cabe preguntarse si, tras los acontecimientos ocurridos en Apeldoorn, la Casa Oranje se convertirá en una familia real ‘común y corriente'.
Es difícil explicar a un inglés, un peruano o un malasio en qué consiste la celebración del Natalicio de la Reina holandesa, o Día de la Reina, como se le conoce comúnmente. Es decir, que durante todo un día, la población puede hacer prácticamente todo lo que se le antoje, todo lo que no se le permite el resto del año. En otras palabras, anarquía en honor a la monarquía.
Informal
Tras la horrible tragedia durante el desfile real, en Apeldoorn, cuyo saldo ha sido de cinco (siete a esta fecha) muertos, cabe preguntarse si el ambiente informal de la fiesta permanecerá intacto. También se justifica la pregunta acerca de la participación de la Reina y su familia en las festividades. "Las víctimas mortales cayeron a unos 25 metros de la Reina", comenta Ben Kolster, experto en temas de la realeza, "son imágenes que ella siempre llevará consigo, por el resto de su vida".
En bicicleta
Juliana, madre de la actual monarca, siempre quiso ser una persona común y corriente. Cuando, en 1967, durante una visita a la isla de Terschelling, paseó en bicicleta con su familia, las fotografías de este simple hecho fueron difundidas por todo el mundo.
Algo similar sucedió con las fotos que se tomaron de la reina Beatriz cuando iba en bicicleta al colegio. Aún más memorable fue el beso, acompañado de una palmadita en la espalda, que un joven le dio a monarca en 1988 en un barrio popular de Ámsterdam. En 1999, una chica se montó espontáneamente en el porta-paquetes de la bicicleta en que se desplazaba el difunto príncipe consorte Claus.
Escándalos
Sobre todo los medios de comunicación británicos lo consideraban como algo incomprensible. Uno de sus más temibles columnistas, Keith Waterhouse, manifestaba sin rodeos su preferencia por "una monarquía que cause escándalos, y no una que salga a montar en bicicleta".
Sin embargo, la indignación, para citar un ejemplo, que surgió en Inglaterra ante la fría reacción de la reina Isabel tras la muerte de la princesa Diana, nunca ha ocurrido en Holanda.
Cariño por la Casa Oranje
Algunos historiadores sostienen que más que monárquicos, los holandeses son ‘oranjistas' y detestan la actitud fría de los británicos. Además, los miembros de la dinastía Oranje siempre se han destacado por su carácter, sobre todo cuando se veían amenazados por gobernantes extranjeros, como Hitler o Napoleón.
"Los nexos eran sumamente estrechos", asegura Kolster, "se trata de una familia con sensibilidad social, que apoya a su pueblo en momentos difíciles, como la Segunda Guerra Mundial. Este hecho se enfatiza en las festividades del Natalicio de la Reina, durante las cuales la familia real se aproxima a la gente, habla con ella y participa en juegos, como si formara sencillamente parte del público".
Diez años
"Hemos perdido la espontaneidad que reinaba entre los miembros de la familia real y el público tras las barreras durante el desfile real", señala, tras los acontecimientos de Apeldoorn, la ministra holandesa del Interior, Guusje ter Horst. La titular espera que pasarán al menos diez años antes de que el público recupere la tradicional espontaneidad. Además, a su juicio, la Casa Real debe reflexionar sobre los cambios que considere necesario introducir. Sin embargo, la ministra también considera que la celebración del Día de la Reina debe permanecer, en lo máximo posible, intacta.
Monarquía en bicicleta
Actualmente, son muchas las personas que se admiran de que una tragedia tal no haya ocurrido antes. Sin embargo, la verdad es que, durante muchas celebraciones, se han arrojado bombas de humo y hasta huevos, y siempre se ha temido la acción individualista de un lunático.
Además, en el pasado se han dado momentos en que la monarquía se ha visto amenazada, por ejemplo, cuando, en 1898, la emperatriz austriaca murió apuñalada por un adversario de la monarquía. A la entonces reina Guillermina, quien pocos días antes había ascendido al trono, se le recomendó, inútilmente, anular su previsto paseo por entre el público. Y eso también forma parte de la monarquía en bicicleta.
Muy triste lo sucedido en Appeldorn...realmente triste. Reinados en si, es anacrónico, pero aun asi los holandeses lo aceptaban, asi que aun siendo anacronico es democrático.
Es impresionante como lo han tomado los holandeses, pasó y ¡ya!... una vez superado hay muy pocos comentarios en la prensa. Hoy ya nadie habla de ello... La reina ya se reunió con el público un una demostración de que todo seguirá igual... en los semanarios gratuitos, que se reciben por correo, ya no se comenta... Fue muy triste y como eso se toma, no como argumento para montar un show comunicacional...
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HIPOCRESÍA
"Si le doy de comer a los pobres, me dicen que soy un santo.
Pero si pregunto por qué los pobres pasan hambre y están tan mal, me dicen que soy un comunista."
-Helder Camara-
EL ANALFABETA POLÌTICO
El peor analfabeto es el analfabeto político
No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos.
No sabe que el costo de la vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas.
El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política.
No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.
Muy triste lo sucedido en Appeldorn...realmente triste. Reinados en si, es anacrónico, pero aun asi los holandeses lo aceptaban, asi que aun siendo anacronico es democrático.
ResponderBorrarEs impresionante como lo han tomado los holandeses, pasó y ¡ya!... una vez superado hay muy pocos comentarios en la prensa. Hoy ya nadie habla de ello... La reina ya se reunió con el público un una demostración de que todo seguirá igual... en los semanarios gratuitos, que se reciben por correo, ya no se comenta... Fue muy triste y como eso se toma, no como argumento para montar un show comunicacional...
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