13 junio 2007

LA SASTREDOCRACIA

o la perversión del Estado entorno al culto de la personalidad...
“No creo ninguna cosa tan corrosiva como la alabanza..! deleita al paladar pero corrompe las entrañas”
Simón Bolívar
Por: Jorge Mier Hoffman

“No creo ninguna cosa tan corrosiva como la alabanza..! deleita al paladar pero corrompe las entrañas”
Simón Bolívar
ACLARATORIA… como la inmensa mayoría de los venezolanos, me sumo fervientemente a los que apostamos al triunfo de este proceso revolucionario, por el bien del país y de sus habitantes, sin distinción política, credo, estatus social, nacionalidad y color de piel; y para ello defenderemos a sangre y fuego, si fuere el caso, la DOCTRINA DE SIMÓN BOLÍVAR, como reza textualmente la Constitución Bolivariana de Venezuela en su primer artículo:
“Artículo 1. La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional en la DOCTRINA DE SIMÓN BOLÍVAR, el Libertador”
Y COMO CONSECUENTE BOLIVARIANO, tengo la obligación de expresar opiniones, que si bien contradicen algunos preceptos, actitudes y aptitudes de algunos líderes de este proceso, son necesarias exponer al debate ideológico, porque de ello depende la aceptación entusiasta de esta revolución, que ya tiene bastantes enemigos dentro y fuera del país, con la convicción, de que si tuvimos que esperar 169 años para que reinara nuevamente la DOCTRINA BOLIVARIANA con el triunfo indiscutible de Hugo Rafael Chávez Frías, si este proceso cae, no por su ideología, sino por la adulancia y la vanidad de los ideólogos del proceso, pasará más de un milenio para que el imperialismo cometa nuevamente la imprudencia de permitir el nombre de Simón Bolívar, tal cual es prohibido el Comunismo en los países capitalistas… Por ello hago uso de ese derecho que nos lego el Libertador para exponer un aspecto que está afectando la credibilidad y popularidad de este proceso:
“El que manda debe oír aunque sean las más duras verdades y, después de oídas, debe aprovecharse de ellas para corregir los males que produzcan los errores”
Simón Bolívar
PREAMBULO… El genio de la literatura cuentista, Hans Christian Andersen, nos relató la historia de un rey, cuya vanidad estaba alimentad por la petulante adulación de serviles halagos de sus rastreros súbditos que, en provecho de sus mezquinos privilegios, no se atrevían a contradecir a su majestad… Este hecho fue aprovechado por un astuto “sastre” para confeccionar, para el rey, un fastuoso y costoso vestido de fino encaje que sería elaborado, no con tela normal, sino con hilos mágicos que sólo podían ser vistos por gente fiel, culta e inteligente… y como todos sabemos, el rey desfiló desnudo ante la mirada atónita de los adulantes funcionarios del gobierno, que, en su servilismo, exaltaban la belleza de tan singular traje que no existía..!

Es un cuento que deja al descubierto la estupidez de la gente adulante y la vanidad del mandatario engreído por la tozudez de sus funcionarios, no por engreimiento innato, sino por la costumbre de tener a su entorno gente insulsa, mezquina e interesada, que son incapaces de contradecir al mandatario ante en temor de perder sus privilegios… Al respecto de este singular cuento escribió Andersen:
“La adulancia y la vanidad son las dos imposturas que han corrompido a los gobiernos, porque pretenden que el pueblo crea que algo es verdad y no significa que lo sea”
Fue necesaria esta introducción para explicar el eufemismo de Chávez cuando señaló, en su programa ALÓ PRESIDENTE, que no necesita sueldo, ya que en MIRAFLORES todo se lo pagan… La expresión quizás llevaba un mensaje de humildad y solidaridad socialista al donar su sueldo, pero me hizo recordar a ese “glamoroso” rey desnudo al que nadie se atreve a contradecir… Es el rey que no necesita sueldo, ya que disfruta de las riquezas del reino, lo cual no se corresponde a la contraprestación que debe recibir todo ciudadano por su trabajo, porque allí reside el principio de la igualdad ante la Ley de todo funcionario público, incluyendo al Presidente de la República.

Aún cuando las comparaciones son chocantes y aún más odiosas si se trata de usar como ejemplo a un genocida como George W. Bush, vale recordar, que el año pasado, el Presidente justificó ante el Congreso de los Estados Unidos la necesidad de que se le aumentara en sueldo para cubrir sus gastos familiares, ya que este no le alcanzaba. Por otra parte, más recientemente tenemos el caso del presidente del Banco Mundial Paul Wolfowitz, designado por Bush, donde quedó al descubierto el nepotismo en un aumento injustificado de sueldo para beneficiar a su barragana, que reclamó la propia Secretaria de Estado Condoleza Rice.

Quizás estos dos actos no sean más que una payasada del gobierno de Bush para distraer al pueblo de la invasión a Iraq, pero sí cumple su trasfondo social que pretende igualar al Presidente de los Estados Unidos como al resto de los ciudadanos en sus necesidades económicas… Son dos noticias que llevan implícitas un claro mensaje para el común de los ciudadanos estadounidenses:
“En este gobierno no hay corrupción. No nos robamos los dineros del pueblo… y todos somos iguales ante la Ley”
Lo cierto de todo esto y volviendo a Venezuela, es que la nación no es un traje que se confecciona a la medida de sus gobernantes… Una nación es un conglomerado de habitantes que eligen mandatarios para que cumplan un mandato constitucional, donde la eficiencia, la rectitud y capacidad, son las tres cualidades que deben cumplir para justificar el cargo… Al respecto de este principio fundamental de la democracia bolivariana nos dijo el Libertador.
“Tan solo el pueblo conoce su bien y es dueño de su suerte; pero no un Poderoso, ni un Partido ni una Facción. Nadie sino la mayoría es soberana y dueña de su destino”
Simón Bolívar

Si bien es cierto que en Venezuela reina una profunda democracia con abusivas libertades que rayan en el Libertinaje mediático, el ambiente gubernamental corrompe la Doctrina Bolivariana, al pretender confeccionar al país en un traje a la medida de sus gobernantes.



Es lo que yo llamo SASTREDOCRACIA, como la perversión del Estado entorno al culto de la personalidad del líder y sus ocurrencias

Es perversión que se discuta en la Asamblea Nacional una Ley contra el “Maltrato de los Animales”, pero como al Presidente le gustan los “toros coleados”, los diputados sacan de la Ley este deporte… Es perversión que la Asamblea Nacional le endose al jefe del Estado la elaboración de las principales leyes que requiere el país sí el gobierno lo pide… Es perversión que, si al Presidente le molesta la postura del caballo del Escudo Nacional, la Asamblea se aboque de inmediato y en tiempo record a crear una Ley de Símbolos Patrios… Es perversión que un estilo de gobierno, que es cambiante por la votación mayoritaria del pueblo, forme parte del nombre de la República que es eterna, como algunos pretenden bautizar la patria de Bolívar como “SOCIALISTA BOLIVARIANA”, lo que justificará que mañana sea “CAPITALISTA BOLIVARIANA” como pretende la oposición, o quizás COMUNISTA BOLIVARIANA como quisiera una minoría… Es perversión que el país sea un traje a la medida de los mandatarios, al pretender que su permanencia en el cargo sea indeterminado… Un peligro que sabiamente nos advirtió Bolívar en su discurso de Angostura:
“La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía”
Simón Bolívar
Ayer el Presidente hizo uso de su elocuencia socialista al señalar que en Venezuela había una lucha de clases y llamó a que los verdaderos socialistas se desprendiesen de sus riquezas

Nuevamente debo contradecir esta apreciación del Presidente, ya que la lucha de clases no es una aptitud sino una condición mental que conlleva a la disgregación social y el segregacionismo, como ciertamente sí existe en los países anglosajones y fundamentalistas religiosos, donde la intelectualidad, el color de la piel, la genética y la fe religiosa, constituyen un enfrentamiento ancestral e insalvable… No como en Venezuela, donde no existe discriminación de ningún tipo; de hecho, si un pobre se gana la lotería, es recibido con todos los honores en lo mejor de la sociedad venezolana; tal cual sucede con los corruptos, que hasta ayer vivían en un barrio, y gracias al dispendioso cargo público que les genera riquezas mal habidas, son agasajados como reyes a donde quiera que llegan, y ni siquiera la Fiscalía les abre una averiguación por “noticia criminis”.

Por otra parte, ser el país con las mayores riquezas del planeta no es algo que deba acomplejarnos, sino todo lo contrario… Es una condición privilegiada que nos convierte en dignos herederos de una inmensa fortuna que debe ser bien administrada por sus gobernantes.

Somos ricos de cuna porque así lo quiso la Providencia..!

En Venezuela lo que existe es una profunda crisis institucional y una profunda injusticia social producto de la falta de JUSTICIA que sigue campante como en la Cuarta República… Recordemos lo que nos alertó Bolívar:
La JUSTICIA es la reina de las virtudes republicanas, y con ellas se sostienen la Igualdad y la Libertad.… El ejercicio de la JUSTICIA es el ejercicio de la Libertad… Hagamos triunfar la JUSTICIA y triunfará la Libertad”
Nuestro problema no es económico, de hecho tenemos suficiente para ayudar a nuestros vecinos… El reto de la revolución es imponer la dictadura de la JUSTICIA para: que haya igualdad de oportunidades, haya corruptos presos, y no impere la Ley del dinero para exculpar a los delincuentes.

… y tristemente debemos volver la mirada hacia el “Monstruo del Norte”, como los llamaba Bolívar, donde la noticia de la semana es la encarcelación de Paris Hiltón, la multimillonaria heredera de imperio hotelero, quién fue llevada a prisión por conducir en estado de ebriedad…

Otro mensaje del gobierno del Bush para el pueblo estadounidense:
“Aquí la justicia es igual para todos, ricos y pobres”
¡¡Ojalá pudiésemos decir los mismo en Venezuela..!!

Por: Jorge Mier Hoffman

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