21 julio 2014

EL MUNDO EN QUE VIVIMOS,

o ayer, hoy o mañana...


Los sociópatas como no saben lo que es amor, no entienden lo que significa paz y justicia social...



Ensayo por: Ángel Miguel Rengifo

Para los ciudadanos y las ciudadanas comunes de nuestro país y otras partes  de nuestro planeta, todo lo que ocurre en  el mundo  actual  es confuso. Es diferente a lo que habitualmente dicen los libros sobre Libertades públicas, Libre comercio, Derechos humanos, Democracia, Derecho internacional, Autodeterminación de los pueblos, etc.  La prensa, la radio,  la televisión desde hace años y ahora las redes sociales, difunden casi exclusivamente malas noticias, inventan y exageran acontecimientos, tergiversan las opiniones en favor de la paz y le confieren legalidad a las decisiones guerreristas de la OTAN, sin razones convincentes. Evidentemente su objetivo principal es producir confusión y temores en la gente para provocar una disociación psicótica, mediante la implantación de reflejos condicionados con imágenes y mensajes audiovisuales dirigidos al subconsciente de la gente, para inducir determinados modelos y esquemas de comportamiento ante realidades inexistentes. Por ejemplo, en Venezuela los alcaldes opositores, los guarimberos y  gente de la clase media en la oposición,  creen que el gobierno revolucionario está a punto de caer por su propio peso, como ocurrió con el régimen político resultante  del Pacto de  Punto Fijo y que el papel que a ellos les corresponde es el de acelerar esa caída.


Ante los ojos del mundo lo medios convirtieron la genocida guerra de Kosovo en 1999, en una misión de paz.  La destrucción de Libia y el asesinato de Muamar el Gadafi  fueron presentados como acciones para rescatar a ese país  de la barbarie. Mostraron la invasión y destrucción de Irak  como una acción para traer la paz al Medio Oriente. Le dieron y le dan apoyo  a las agresiones de EE.UU contra Cuba, a la ocupación colonial de Inglaterra de las islas Malvinas y a los ataques de Israel contra el pueblo palestino sin explicación racional alguna, ignorando descaradamente las resoluciones de la ONU. Desde el año 2001 se ha orquestado una campaña mediática mundial contra Venezuela, diciendo entre muchas otras mentiras, que el gobierno revolucionario es una dictadura que viola los Derechos Humanos, con la intención  de derrocarlo y separar de Venezuela los estados Zulia y Táhira, fronterizos con Colombia, para crear un nuevo país “independiente” al servicio de intereses transnacionales que se anexaría el Alto Apure y parte de Barinas.

Las campañas mediáticas para producir guerras separatistas y usurpaciones territoriales no son nuevas. La guerra civil separatista entre el norte y el sur de los Estados Unidos en 1861,  la guerra entre Estados Unidos y España que terminó con la ocupación de Cuba, Puerto Rico y las Filipinas por las tropas norteamericanas en 1903 y la Guerra fría contra la Unión Soviética desde 1944 hasta 1991, son ejemplos demostrativos de que una mano invisible guía desde hace más de un siglo a los medios de comunicación a incidir de forma determinante en defensa de intereses colonialistas.

¿EN QUÉ MUNDO VIVIMOS?

Para contestar esa pregunta partiremos teniendo como premisa que hay dos mundos: el que es objeto de la presentación mediática y el mundo real. Trataremos de entender el mundo real haciendo un razonamiento distinto al que hacen los medios de comunicación, que difunden la opinión de “expertos”: personas que opinan sobre un tema para halagar a quienes pagan la publicidad, que enriquece a los empresarios  anunciantes y a los dueños de los medios a costa del sudor de  personas asalariadas.

Comencemos por ubicarnos exactamente en el espectro social de la humanidad. Los pobladores del planeta tierra somos unos 7 mil millones de habitantes, divididos en tres segmentos sociales, uno constituido por 4.930 millones de pobres, que son personas que tienen un ingreso económico que les permite apenas subsistir,  otro por dos mil millones de indigentes que no entran en el rango  de los pobres, porque desde que nacen tienen una vida subhumana, carecen de todo: alimentos, amor, educación, salud, etc. y una parte minúscula de apenas 70 millones de ricos que detentan el 50% de las riquezas registradas en el mundo. Una parte de ellos, los banqueros (burguesía financiera), manipula hábilmente la casi totalidad del otro 50%. Por ejemplo nosotros tenemos las más grandes reservas de petróleo en el mundo y la cuarta de gas, pero la burguesía financiera mediante sus organizaciones de control de la economía mundial establece los precios de cotización y maneja la mayor parte del mercado de los combustibles. Así mismo manejan los precios de cotización y el mercado de los productos agrícolas de exportación de los diferentes países del mundo.

Los pobres son aquellos cuyos ingresos son producto directo de su trabajo y que no son suficientes para cubrir todas sus necesidades, por eso casi siempre están endeudados. Estas personas  para sobrevivir cuando llegan  a una situación  en la que no puedan trabajar más, ya sea por enfermedad o vejez, necesitan de la  ayuda del Estado y de su entorno social.

Hay una población de ricos cuyo enriquecimiento es producto de la especulación abusiva hecha sobre seguro con perjuicio de terceros. Estos son los banqueros o burguesía financiera, cuya riqueza evidentemente no  proviene de la creación productiva, ni del trabajo remunerado ni del ahorro. Esa es gente sin escrúpulos que para acrecentar sus riquezas especula, soborna, roba, miente, estafa, contrata sicarios para asesinar y obviamente en ningún momento necesitará de ayuda económica para resolver sus problemas de  subsistencia.

Hay gente rica calificada como burgueses,  cuya riqueza es producto de su capacidad creadora (inventores, escritores, artistas, industriales, empresarios rurales) y otros con dones especiales como algunos deportistas, que deben ser diferenciados de la burguesía financiera porque ellos también son objeto de la depredación clasista.

UN POCO DE HISTORIA

Para entender los acontecimientos del mundo en que vivimos, es necesario remontarnos un poco en la historia pasada, para conocer como se desarrolló el mundo capitalista en que vivimos.

Hace más de dos mil años la prédica de Jesús de Nazaret, una prédica de paz y amor que se enfrentaba a la crueldad y violencia promovida por los ricos, se extendió rápidamente por el mundo conocido. Cuando el pánico cundía entre los ricos, el Emperador Constantino en una hábil maniobra política creó confusión en las filas de los creyentes en  Jesús el crucificado. Así  la doctrina  para ayudar a los pobres fue transformada en un instrumento para ayudar a los ricos, basado en acentuar la exclusión social mediante el analfabetismo: quien no leyera y escribiera en latín clásico no tenía acceso al conocimiento y sus posibilidades de progreso personal eran muy remotas. El Imperio Romano se volvió añicos, cada general del ejército imperial se apoderó de un pedazo de tierra y de sus habitantes mediante el terror: la manera más fácil de gobernar, aún en nuestros días.


Como consecuencia de la caída del Imperio Romano y el predominio de la Iglesia católica, el mundo cayó en la pobreza  y el oscurantismo creado por el fanatismo religioso. Cuando todo parecía perdido para la humanidad, ocurrieron dos acontecimientos que cambiaron el mundo: la caída de Constantinopla en manos de los turcos otomanos  en 1453, donde había un bolsón de conocimientos greco-romanos que habían sido preservados por cristianos menos fanáticos que los católicos  y el hallazgo de Cristóbal Colón  en 1492, al encontrar en su camino el continente que ellos llamaron América, donde  le arrebataron a los nativos a sangre y fuego los recursos económicos que permitieron  crear la Europa del Renacimiento.

En ese momento ya la burguesía financiera, los prestamistas, a los que se les llamaban banqueros en los burgos (ciudades medievales), había apuntalado su poder político. La familia di Medici controlaba política y económicamente el burgo de Florencia, control que se llevaba a cabo con la ayuda de testaferros que fungían como funcionarios públicos electos democráticamente, después de la misteriosa muerte de otros burgueses que también aspiraban al control de la ciudad.

La Iglesia católica había adquirido una enorme deuda con los Medici y para saldarla se vio obligada a nombrar Cardenal a Giovanni di Medici, aun adolecente, y elegirlo Papa a los 36 años de edad con el nombre de León X en 1513. A la muerte de Giovanni di Medici  en 1521, fue sucedido por Giulio di Medici con el nombre de Clemente VII. Después fue Papa otro Medici.

También como pago por las deudas del Rey de Francia con los di Medici, casaron a Catalina  di Medici con Enrique, el segundo hijo de Francisco I rey de Francia. Catalina se convirtió en reina de Francia en 1547. A la muerte de su esposo en 1559 le sucedió el mayor de sus hijos, un adolescente de apenas 15 años con una débil salud. Catalina era el poder en la sombra. Cuando el joven  rey falleció un año más tarde, Catalina pasó a ser regente en nombre del nuevo rey: su segundo hijo de sólo diez años. Este joven también murió  en 1574, dejando el trono para su tercer hijo. En total, Catalina gobernó a Francia desde su posición de madre del rey durante 29 años. Su hija Isabel fue unida en matrimonio con Felipe II de España, en 1559, el monarca más poderoso del mundo. Así el Banco Medici se convirtió en uno de los más prósperos de toda Europa.  En esa forma la burguesía financiera en las personas de los Medici  llegó  a ejercer un poder mundial,  silenciosamente asida a los faldones de la iglesia y a las togas de la nobleza.

La burguesía industrial nació en los talleres artesanales de los burgos, que se  desarrollaron mediante negociaciones con la burguesía financiera. Un burgués rico financiaba talleres cuya producción era adquirida por él mismo, para luego comercializarla, multiplicando así sus ganancias. Con el incremento de las riquezas en Europa como producto del pillaje en América, aumentó el poder adquisitivo de la gente y como consecuencia los talleres se transformaron en grandes factorías productoras de bienes de consumo. Apareció la división del trabajo y los oficiales (trabajadores que tenían la experticia para la total elaboración de los productos finales) fueron transformados en trabajadores con un conocimiento parcial del proceso productivo. Es decir, fueron convertidos en  obreros y eso simplificó el entrenamiento de personal, cuello de botella que limitaba el aceleramiento de la producción de bienes  de consumo.

Los dueños de los centros de producción, antiguos talleres, se enriquecieron y se transformaron en la burguesía industrial  que dependía de los préstamos de la burguesía financiera ligada a la nobleza y la Iglesia. Los hijos de esta burguesía industrial se educaron en universidades y de allí salieron intelectuales de la talla de Juan Jacobo Rousseau, hijo de un fabricante de relojes, Denis Diderot hijo de un fabricante de cuchillos, Voltaire hijo de un notario, cuyo padre había sido fabricante de vidrios, Isaac Newton, hijo de campesinos  puritanos,  Gottfried Leibniz, quien fue llamado en su época “el último genio universal”, era hijo de un jurista y profesor de la universidad de Leipzig  hijo del  dueño de un taller industrial, René Descartes, cuyo padre era un abogado, a su vez hijo  de un médico, lo que indica que ni era noble ni burgués financista y Adam Smith hijo de un oficial de aduanas. Estos hombres junto con otros más, fueron los creadores del pensamiento político  de la burguesía que hizo la Revolución francesa y la Revolución industrial. Es decir que establecieron  las bases teóricas del desarrollo social hacia un mundo más justo, pero les era muy difícil prever que la acumulación de capital en  manos de unos pocos haría distorsionar la evolución de la sociedad humana,  hacia un dominio patológico de la burguesía financiera sobre el resto de los habitantes del planeta.

¿DE DONDE SALE LA BURGUESÍA FINANCIERA Y LOS POLÍTICOS QUE LA DEFIENDEN?

El amor en todas sus formas es producto del aprendizaje, no es innato. La relación amorosa de un niño con su madre desde la concepción hasta los 7 años, cuando se completa el desarrollo del sistema nervioso, es la base fundamental para que el ser humano aprenda a amar.El amor creado por la madre es la raíz de donde crecen las distintas formas de amor. En primer lugar, el amor al prójimo que se expresa en actos de solidaridad con sus semejantes, convirtiéndolo así en un ser social capaz de desarrollar otros amores, como el amor por el lugar donde nace, amor a la patria, amor a la naturaleza, etc.

Una persona que no sabe amar actúa en contra del gregarismo humano, es un sociópata. Los sociópatas son en verdad personas con trastornos psíquicos, es decir psicópatas,  que se caracterizan porque  son sumamente individualistas y se creen el centro del universo,  no tienen amor hacia nadie ni nada, son crueles, mentirosos, no sienten lástima por el desvalido, son depredadores, se sienten predestinados a cambiar su entorno de acuerdo a su saber y entender,  actúan ignorando la existencia de normas sociales y leyes. Por ello son capaces de cualquier aventura para lograr Poder.  Los más pobres generalmente terminan en la cárcel donde se esfuerzan por convertirse en pranes. Los que tienen la oportunidad de ir a las universidades, generalmente se hacen abogados o profesionales en el área económica, para luego convertirse  en políticos o banqueros. Son pocos los sociópatas brillantes intelectualmente, más bien son torpes en el manejo de las abstracciones, por ello se jactan de ser pragmáticos. Piensan que la vida es una lucha permanente contra el entorno. Los sociópatas tienden a agruparse respondiendo a la ley de la naturaleza de que los semejantes se asocian para protegerse mutuamente. La sociopatía no existe inicialmente en lo genes sino que se adquiere por acción directa del entorno y luego se hace hereditaria. Al igual que otras alteraciones de la conducta (adicciones) mejoran sustancialmente cuando se crea un entorno amoroso alrededor del paciente. Lo demuestran los casos de multimillonarios que se convierten en filántropos anónimos.

En la antigüedad la venida de un hijo en una familia pobre no era tenida como una bendición, sino más bien como un castigo, porque aumentaban los gastos del hogar, lo que significaba mayor pobreza.  Por ello había muchosniños “sin padre” y recién nacidos abandonados en las calles. Las prácticas abortivas la iniciaron los más pobres. Los niños recibían  un amor precario como consecuencia de la pobreza y eran incorporados antes de la adolescencia al mercado de trabajo. Cuando era una hija las cosas empeoraban más aún, porque a la mujer se le consideraba económicamente improductiva.  Los conquistadores de América, sus colonizadores y luego los inmigrantes sin pareja o familia que llegaron a  “civilizarnos”,  era gente carente de amor, eran sociópatas, su conducta social así lo demostró.

La precariedad de la vida de los pobres en la edad moderna y las guerras mundiales, propiciaron la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, lo cual no ha tenido ningún efecto positivo sobre  el  endeudamiento crónico familiar, si no que lo ha agravado, porque la ausencia de la mujer en el hogar hace que  las deudas crezcan exponencialmente. Pero además, tiene una repercusión negativa en el desarrollo social: las madres al verse obligadas  a abandonar sus hijos y dejarlos al cuidado de extraños o en guarderías infantiles, los  dejan sin recibir el amor necesario para su desarrollo afectivo. La ausencia amorosa durante la infancia explica el creciente aumento de generaciones con un alto porcentaje de personas que no saben amar, por lo tanto con un comportamiento antisocial, son sociópatas.

Entre la burguesía financiera  es frecuente que ocurra el mismo fenómeno carencial de amor, la mujer rica joven no se ocupa de la crianza de sus hijos, deja esa tarea para ser realizada por ayas e institutrices que les enseñan a los niños normas  de comportamiento  entre los ricos, pero difícilmente los pueden enseñar a amar.

Cuando aparecen los hijos en la burguesía industrial, generalmente los padres son jóvenes que todavía no han adoptado el comportamiento social de la burguesía financiera, lo que hace que en este grupo humano haya pocos sociópatas.

Los banqueros desde tiempos pasados aprendieron que la forma más eficiente de acrecentar las riquezas es mediante el ejercicio  del poder político desde la sombra.  Así, cuando surgen dificultades que afectan seriamente a sectores importantes de la población no aparecen como culpables. Los fariseos, ricos prestamistas y controladores del mercado de las especias en la antigua Jerusalén no son señalados como los culpables de la crucifixión de Jesús de Nazaret.  No hay ningún banquero que aparezca entre las causas de la Revolución francesa. Así como tampoco aparecen como culpables en las guerras civiles,  las dos guerras mundiales,  la Guerra fría, las guerras en África y las del Medio Oriente.

Los sociópatas banqueros, reclutan a los que consideran como los mejores, para que les sirvan de agentes para desarrollar sus políticas que se basan en  el planteamiento de GANAR-GANAR, sin importar los medios a los que haya que recurrir para someter ideológica y económicamente al sector de la sociedad creador de riquezas, formado por los empresarios y trabajadores que producen y procesan alimentos y los fabricantes de instrumentos para la diversión y el trabajo. Lo que crea la contradicción fundamental entre la burguesía financiera y la burguesía industrial, que ha  generado conflictos desde la Revolución francesa hasta nuestros días.

El hallazgo del continente americano por Colón expuso dos comportamientos antagónicos,  por un lado el de los indígenas que  recibieron a los españoles con cordialidad  y solidaridad humana, mostrando que eran amorosos, y del otro lado el deshumanizado de los conquistadores  al desarrollar  el más grande genocidio que conoce la humanidad,  destruyendo una cultura milenaria y arrebatándole sus riquezas y tierras. Eran sociópatas.  El  rentable negocio del tráfico de  negros apresados a sangre y fuego para convertirlos en esclavos, con un saldo de millones de muertos, es otra expresión de la sociopatía de los colonizadores europeos.

Era la expresión de unas naciones gobernadas por sociópatas, como lo evidencian los actos de persecución y tortura de la Inquisición y la glorificación de la corona inglesa a los actos de destrucción, muerte y saqueos de piratas ingleses en los diferentes puertos del mar Caribe.Los sociópatas de Europa vieron en América la oportunidad de enriquecerse y acrecentar su poder.

Actualmente los sociópatas al servicio de la burguesía financiera se cuentan por millones, destacando entre ellos políticos, periodistas, escritores, historiadores, economistas, jerarcas de la Iglesia católica y judíos sionistas.Entre los más notables sociópatas modernos tenemos a Adolfo Hitler, Benito Mussolini, Francisco Franco, James Monroe, Harry S. Truman, Richard Nixon, Ronald Reagan, George Bush padre, George Bush hijo, los gobernantes de Israel, Anastasio Somoza, Fulgencio Batista,  Juan Vicente Gómez, Augusto Pinochet, Rómulo Betancourt y Carlos Andrés Pérez, etc.  Actualmente en Venezuela tenemos algunos personajillos que pertenecen a ese grupo y hacen mucho ruido como  Teodoro Petkoff, Enrique Capriles Radonsky, Leopoldo López y María Corina Machado,nn  que forman parte de unos tres millones de  venezolanos (alrededor del 10% de la población del país) que de acuerdo a encuestas, apoyan la violencia criminal de las guarimbas. Si hacemos extensiva esa proporción poblacional a escala mundial, obtendríamos la escalofriante cifra de 700 millones de sociópatas “jodiendo” en este planeta.

LOS ORÍGENES DE LAS TRANSNACIONALES Y DEL IMPERIALISMO

Mayer Amschel Rothschild, un judío nacido en Frankfort, Alemania, en 1744, fue el fundador de la familia de banqueros Rothschild y creador de las finanzas internacionales con procedimientos que permitieron a esa familia tomar el control de la economía y la política de la mayoría de los países del mundo. Una forma de dominio imperial sin la ocupación de territorios por tropas foráneas, ni la presencia de extranjeros en los gobiernos. Se estima que la familia Rothchild es la más rica en la historia de la humanidad.


Rothschild comenzó a construir su imperio en 1760 cuando se convirtió en el consejero económico del Principado de Hessel-Kassel (Alemania) a cuya cabeza estaba el Príncipe William.  Más tarde se convirtió en funcionario de la corte y a partir de 1775 dirigió la entrega de mercenarios alemanes a la corona inglesa, para combatir contra los colonos norteamericanos que luchaban por su independencia. Estas operaciones le proporcionaron grandes beneficios económicos y políticos.

Fue el padre de cinco hijos varones y cinco hembras. Los hijos varones fueron formados para ser banqueros. Así, envió a su hijo Nathan de 21 años de edad a Inglaterra en 1809, donde compró una textilera en Manchester el centro textil de Inglaterra e instaló un banco en Londres. En 1812 ubicó a Jacob  en París,  en 1820 envió a Salomón a Viena,  luego a Carl a Nápoles y dejó al hijo mayor Amschel en Frankfort.  Los hermanos trabajaban como una sola unidad financiera. Consideraban que la base fundamental para sus negocios era la información veraz y oportuna,  por ello diseñaron un sistema de comunicación entre ellos impresionantemente rápido para la época. A la muerte de Mayer Rothschild en 1836, sus hijos eran los banqueros internacionales de mayor éxito.  Ese éxito se acentuó  más tarde cuando a sus descendientes en Viena, el monarca del Imperio austro-húngaro les  otorgó baronías vitalicias y hereditarias por haber financiado la construcción de la red ferroviaria de Austria y otros favores, y la Reina Victoria elevó  la rama británica de la familia a la condición de nobles, como premio por sus servicios a la corona, que habían comenzado por el financiamiento de la guerra contra Napoleón  y luego sus sabios consejos financieros que le permitieron a Inglaterra comprar un buen lote de acciones en el Canal de Suez y hacer otras jugosas transacciones comerciales. Eso permitió que uno de los hijos de Nathan fuera incorporado a la Cámara de los Lores en el Parlamento británico.  En esa forma la familia  Rothschild  quedó unida firmemente a  la nobleza europea con un descomunal poder económico y político.

Desde 1818 cuando Nathan dispuso un préstamo de 5 millones de libras esterlinas para el gobierno de Prusia,  por más de un siglo la casa Rothchild de Inglaterra se  encargó  de la recaudación de fondos para los gobiernos de todo el mundo mediante la emisión de bonos. En 1840 N.M. Rothschild & Sons, se convirtió en agente de bolsa de los lingotes de oro del Banco de Inglaterra. Durante la fiebre del oro crearon compañías compradoras y explotadoras de minas de oro en California y Australia. Durante una buena parte del siglo XIX los Rothshild, mediante la adquisición de los derechos de explotación por un período de 60 años de las más grandes minas de mercurio del mundo en España e Italia,  sobornando y amenazando a funcionarios públicos, se hicieron del monopolio del mercurio utilizado en la refinación del oro.

Durante más de cien años desde 1852, los Rothschild a través de su banco  operaron la Real Casa de la Moneda en Londres, refinando y fundiendo oro para el Banco de Inglaterra y otros clientes internacionales y aún mantienen el control sobre el mercado del oro.  Crearon “The Exportation Company” para buscar minerales alrededor del mundo. También crearon compañías para la explotación minera de piedras preciosas en África e India. Junto con los Nobel de Suecia que estaban en la vanguardia del desarrollo de campos petroleros en Bakú y Batum en el suroeste de Rusia, se involucraron en la industria petrolera.  Financiaron a John Rockefeller para sus explotaciones petroleras en EE.UU., participando así en la creación de la Standard Oil Company que llegó a controlar la extracción, refinación, transporte y distribución de más del 90% del petróleo de Estados Unidos.  La Standard Oil Company dio luego dio origen a varias de las más poderosas compañías petroleras de la actualidad.


En 1861 inmediatamente después de la elección de Abraham Lincoln como presidente de EE.UU., se desató una guerra civil cuyo objetivo era separar los estados del Sur, donde estaban las grandes plantaciones de algodón mantenidas con el trabajo de los esclavos, que alimentaban las fábricas de textiles que tenían los Rothschild en  Inglaterra, de los del Norte donde tenía asiento el desarrollo industrial de la nueva nación.  El conflicto tuvo su origen varios factores, en primer lugar una  campaña abolicionista de la esclavitud desde el norte que para los terratenientes sureños era un gran peligro. Los Rothschid a través de testaferros eran dueños de los bancos que financiaban a los algodoneros y controlaban los periódicos que desataron una campaña para caldear los ánimos de los sureños para que propusieran su separación del norte constituyéndose en una nación independiente. La elección de Abraham Lincoln como presidente de EE.UU quien era antiesclavista hizo que siete estados del sur se constituyeron en estados confederados y proclamaron su separación del norte, acto que Lincoln declaró ilegal. Un incidente nimio ocurrido en la frontera entre el norte y el sur al ser exagerado por la prensa,  desató la guerra civil y otros cuatro estados del sur se unieron a los confederados. Lincoln para enfrentar la guerra pidió dinero prestado a los bancos, que tenían el monopolio de emitir el papel moneda, pero estos le exigieron unos intereses tan altos que Lincoln no aceptó los términos del préstamo y emitió una ley en la que se estableció que  el gobierno era el único autorizado a emitir papel moneda. Lincoln en 1863 proclamó la abolición de la esclavitud y así dos años más tarde pudotriunfar sobre los norteños. Sin embargo, a poco de finalizada la guerra fue asesinado y curiosamente, el Presidente que le sucedió restableció el monopolio de los bancos privados para la emisión de dinero.  Como podemos apreciar es un guion que con pocas variantes  se está aplicando en Venezuela.

En 1912 Los Rothschild, los Morgan y los Rockefeller, las tres familias más poderosas económicamente del mundo, escribieron una ley para la creación de la Reserva Federal, un Banco Central que controlaría la política monetaria de EE.UU., y tuviera el monopolio de la producción de las monedas y billetes circulantes. Ese banco tendría sus reservas provenientes de los Rothchild, los Morgan y los Rockefeller y el Estado norteamericano aparecería como socio minoritario, lo que significa que desde 1913, cuando la referida ley fue aprobada por el Congreso, en circunstancias por demás sospechosas de fraude, hasta hoy, el control de la política monetaria de los EE.UU. ha estado en manos de los dueños de los más grandes capitales del mundo.


En 1944, sin que terminara la Segunda Guerra Mundial, estas mismas familias a través de sus testaferros propusieron la creación del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. Hubo una reunión de 370 delegados de 34 países en la localidad de Bretton Wood (New Hampshire, Estados Unidos) donde la inmensa mayoría eran testaferros de las tres poderosas familias que controlaban  la Reserva Federal. El Banco Mundial entró en funciones inmediatamente y el Fondo Monetario Internacional en 1945. Como complemento establecieron el dólar estadounidense como moneda de intercambio internacional. Se minimizaron las contradicciones entre la burguesía financiera y la burguesía industrial que habían dado origen a la Primera Guerra Mundial y al surgimiento de la Unión Soviética. Contradicciones que habían sido también  la causa del fracaso de la Segunda Guerra Mundial, organizada para destruir a la Unión Soviética, que por el contrario salió fortalecida de esa conflagración..

La amenaza para la burguesía mundial representada por la Unión Soviética,  hizo que ambas burguesías se hermanaran en un solo bloque mediante los acuerdos de Bretton Wood, para defender su supremacía ante las amenazas de su desplazamiento de la hegemonía mundial y  crea un solo polo de poder representado por EE.UU., para lo cual se inició la Guerra Fría. Para la cual los  Rothschild hicieron un aporte significativo al financiar e impulsar políticamente la creación del Estado de Israel mediante una resolución de la ONU en 1948.

Para apuntalar la guerra fría contra la Unión Soviética era necesario  un control de los medios de comunicación. Por eso la mayor parte de los medios de difusión masiva, radio, prensa, cine y  televisión formaron un cartel en manos de la burguesía financiera. En esa forma ejercieron un control estricto de la información, como el arma más eficaz para disociar psicológicamente a la población mundial y contrarrestar la contraofensiva ideológica de quienes  luchaban en contra de ellos.



El dominio por las  tres familias más ricas del mundo de la economía de casi todos los países del planeta tierra y de la política de EE.UU. y  la Unión Europea,  significa que tienen el poder más grande que ha conocido la humanidad concentrado en pocas manos. Para defender y acrecentar ese descomunal poder económico y político, debe haber un centro de dirección mundial invisible que diseñe políticas, desconociendo barreras  éticas y morales.  Por lo tanto no hay acto criminal, por monstruoso que sea,  que la burguesía financiera no esté dispuesta a cometerlo en defensa de sus intereses hegemónicos.

Vivimos en un mundo globalizado donde cualquier acontecimiento social o económico  tiene repercusiones mundiales, debido a que estamos inmersos estructural e ideológicamente en una sociedad donde el mercado es el centro de la actividad humana.  El éxito individual se mide por la capacidad de comprar bienes materiales. Esa es la consecuencia social del control de la economía mundial por grandes empresas transnacionales, que diseñan políticas para garantizar que ese control mundial se perpetúe en el tiempo y el espacio, para beneficio de sus millonarios propietarios.

A medida que los pueblos conozcan que la burguesía financiera es la enemiga del progreso de los pueblos  y que sus políticas van dirigidas a mantener el poder mundial para ellos al precio que sea, la naturaleza psicopática de los políticos que dan la cara por los grandes millonarios, también psicópatas, se pondrá de manifiesto mediante acciones políticas más violentas y destructivas cada día, dirigidas a intimidar a los gente que trabaja.


En el mundo han ocurrido hechos trascendentales que han puesto en evidencia la vulnerabilidad de la burguesía financiera pro-imperialista: la aparición de Mahatma Gandhi en India, luego Martin Luther King en EE.UU., después Nelson Mandela en Suráfrica  y más recientemente, Hugo Chávez en Venezuela, Néstor Kirchner enArgentina, Lula da Silva en Brasil, Evo Morales en Bolivia, “Pepe” Mujica en Uruguay, Rafael  Correaen Ecuador, Daniel Ortega en Nicaragua y la toma del Poder mediante elecciones por el Frente Farabundo Martí de la Liberación Nacional (FMLN) en el Salvador. Todos se  lanzaron a la lucha política con un lenguaje de paz con justicia, de amor y solidaridad con todos los pueblos del mundo, articulado con acciones concretas que reivindican a los socialmente débiles.

Los sociópatas como no saben lo que es amor, no entienden lo que significa paz y justicia social  para los hombres y las mujeres que trabajan. Por lo tanto, son torpes en el diseño de políticas y más torpes aún en su desarrollo. Por eso los políticos al servicio de la burguesía pro-imperialista no encuentran la forma de detener el impetuoso avance de los pueblos hacia su plena independencia y soberanía. En su soberbia e impotencia han cometido y cometerán muchos errores, principalmente como consecuencia de ser mentirosos. Las contradicciones entre la burguesía financiera y la burguesía industrial permitirán acercar ésta última a los procesos de liberación  en el mundo.

Por eso es cuestión de tiempo  la desaparición de la economía de mercado: EL CAPITALISMO  y su fase última EL IMPERIALISMO ECONÓMICO Y POLÍTICO.

Ensayo por: Ángel Miguel Rengifo

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