11 febrero 2006

Simón Bolívar… ¿Marxista?....

Por: JotaDobleVe

Fecha de publicación: Sábado, 11/02/06 07:00pm
URL: http://www.aporrea.org/dameletra.php?docid=19473

Naturalmente, tal como lo dice mi buen amigo Luís Salazar Martínez en:

http://www.simon-bolivar.org/bolivar/el_socialismo_de_SB.html

“Es el socialismo una forma natural de vida humana en sociedad”… Socialista fue el Cristo en sus evangelios y lo demostraron las primeras sociedades cristianas de la historia. Siglos antes, monasterios y poblaciones budistas habían practicado la vida en igualdad social, modernamente el convivir de los Kibbutz israelitas son un ejemplo clásico de socialismo natural y más de medio siglo atrás, las comunas anarquistas durante la guerra española demostraron que el convivir en igualdad social es posible y altamente utilitario. Creo que los que acá hablamos (escribimos) somos todos de un pensamiento social positivo.

Bolívar en el año 24 y 25 desde Trujillo y el Cuzco dicta leyes de un gran contenido social, que se adelantan en lustros a los más profundos sueños que pudieron haber tenido Marx y Engels, y que preconizan lo que será el socialismo moderno, ejemplo es este detalle:

<<< Ya desde el 8 de marzo de 1824 Bolívar había decretado en Trujillo repartos de tierras entre los indígenas y la abolición de los cacicazgos; el 4 de julio amplió aquellas disposiciones y declaró que para siempre los indios quedaban exentos de cualquier clase de servicio personal obligatorio. "El trabajo de la mita ---narra O´Leary--- que desde el año anterior había abolido, no era la única carga bajo la cual gemía el indio miserable; un sinnúmero de injusticias le oprimían y cualquiera de ellas hubiese bastado a abrumarle. El corregidor, el cura, el agricultor, el minero, el mecánico, todos y cada uno de ellos eran sus opresores, obligándole a cumplir los contratos más onerosos y fraudulentos; la vida para él era una maldición bajo tamaña servidumbre; hasta los consuelos de la religión se le vendían a precio de oro. Pero en defensa de los indios impuso el Libertador su autoridad expidiendo decretos para extirpar tantos abusos; prohibiendo bajo las penas más severas que se les emplease en ningún trabajo sin que precediese un ajuste libremente estipulado. En las obras públicas de utilidad general, en que hasta entonces habían sido ocupados indios exclusivamente, ordenó que los demás ciudadanos compartiesen con ellos la carga por iguales partes, y que cesasen las extorsiones a que antes se les habían compelido".

"Expidió un decreto para que se recogiesen los niños pobres de ambos sexos... no en Casas de misericordia a hilar por cuenta del estado; no en Conventos a rogar a Dios por sus bienhechores; no en Cárceles a purgar las miserias o los vicios de sus padres; no en Hospicios, a pasar sus primeros años aprendiendo a servir, para merecer la preferencia de ser vendidos, a los que buscan criados o esposas inocentes. Los niños se habrían de recoger en casas cómodas y aseadas, con piezas destinadas a talleres, y éstos surtidos de instrumentos y dirigidos por buenos maestros. Los varones debían aprender tres oficios principales, Albañilería, Carpintería y Herrería, porque con tierras, maderas y metales se hacen las cosas más necesarias y porque las operaciones de las artes mecánicas secundarias, dependen del conocimiento de las primeras. Las hembras aprendían los oficios de su sexo, considerando sus fuerzas; se quitaban por consiguiente, a los hombres, muchos ejercicios que usurpan a las mujeres. Todos debían estar decentemente alojados, vestidos, alimentados, curados y recibir instrucción moral, social y religiosa. Tenían, fuera de los maestros de cada oficio, agentes que cuidaban de su persona y velaban sobre su conducta, y un Director que trazaba el plan de operaciones y lo hacía ejecutar. Se daba ocupación a los padres de los niños recogidos, si tenían fuerzas para trabajar; y si eran inválidos se les socorría por cuenta de sus hijos: con esto se ahorraba la creación de una casa para pobres ociosos, y se les daba a los niños una lección práctica sobre uno de sus principales deberes. Tanto alumnos, como sus padres gozaban de libertad ---ni los niños eran frailes ni los viejos presidiarios--- el día lo pasaban ocupados y por la noche se retiraban a sus casas, excepto los que querían quedarse. La intención no era (como se pensó) llenar el país de artesanos rivales o miserables, sino instruir, y acostumbrar al trabajo, para hacer hombres útiles, asignarles tierras y auxiliarlos en su establecimiento... era colonizar el país con sus propios habitantes. Se daba instrucción y oficio a las mujeres para que no se prostituyesen por necesidad, ni hiciesen del matrimonio una especulación para asegurar su subsistencia". >>>

Yo creo que lo anterior se explica por si solo, y obviamente da la razón a mi hermano, el poeta Fredy Ramón Pacheco, cuando nos afirma:

<<< “El ser es SOCIAL entonces y sociabiliza (comparte) el universo del conocimiento en el proceso evolutivo. Sus sentidos como los de cualquier manada o enjambre lo impulsan (estimulan) por igual al resto de su especie a construir y defender su hábitat. Como todos los otros individuos de las demás especies lucha por la supervivencia pero a diferencia de las bestias está dotado de la capacidad de razonamiento para entender que es mejor compartir la presa en vez de matarse por ella; en este razonamiento se establece la posibilidad real de acercamiento, análisis y sensibilización que lo ubican en el género de los Homo-sapiens.

Ser socialista entonces es una actitud lícita y convenientemente humana. Todos los espacios y medios de producción para la subsistencia en una comunidad humana por principio deberían ser compartidos: equitativamente distribuidos. En una relación distributiva matemática. La perfección en esa relación se llamaría Socialismo. Simplemente, sin que aparezca por ningún lado el enfoque de los ideólogos que desprevenidos descubren el agua tibia y millones de años después escribieron sus complejas teorías. Socializar es entonces un mandato humano y espiritual. La justicia en esa distribución es un agente estabilizador de nuestra especie y en la medida que nuestro raciocinio (lógica) perfeccione e interiorice ese principio (socialismo) en nuestro cerebro, tendremos derecho a encontrar la "felicidad" que merece nuestra condición humana.¿Y que es felicidad? la posibilidad real de ser libres para vivir. Es simple. Es sólo ser humanos. Entender que para vivir basta con disponer todos de las mismas posibilidades de acceso al aire, el agua, la tierra y a los otros seres humanos en la conjunción más contradictoria e irracional: El amor. Justicia es igual a equidad igual a Socialismo.” >>>

Por todo lo anterior siempre me ha parecido antipático el hablar del el “Marxismo” de Simón Bolívar; me figuro que será porque en sus tiempos no aún no se había acuñado ese vocablo tal como lo conocemos hoy en día. Hay que recordar que Kart Marx viene a este mundo en 1818, su infancia transcurre durante la gesta independentista americana; la revolución industrial se encontraba en pañales; el señor Marx publica sus teorías después de 1840, o sea, 10 años después de la muerte de Bolívar; y el Manifiesto Comunista se publica en febrero de 1848 (según creo recordar); y en ese orden de fechas habría que acusar a Marx de haber sido "bolivariano" y no a Bolívar de "marxista" ya que la vida y obra de Simón Bolívar para esa fecha era más conocida en el mundo, que las aún no nacientes teorías económicas y sociales de los señores Marx y Engels.

Un saludo cordial, y nos vemos en las teclas…

JotaDobleVe
JWekker@GMail.com

Nota) Esta es la duplicación de un artículo publicado en “La Taguara” en 1998.

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