Vivir en "la tierra de las oportunidades" tiene sus inconvenientes, por uno quien logra el triunfo hay millones que solo sobreviven a duras penas, pero hay otros que se ven obligados a orillarse en la indigencia y hasta comer ratas... ¿És eso lo que busca el Capitalismo?... JW
Por Stephen Ohlemacher,
Agencia AP. Desde Washington.
Estados Unidos tiene más de 750.000 indigentes, una cantidad que está colmando la capacidad de los refugios y servicios sociales, informó el miércoles el gobierno.
El Departamento de Viviendas y de Desarrollo Urbano calculó que había 754.000 indigentes en el 2005, incluidos aquellos que vivían en refugios, en viviendas "de transición", o simplemente en las calles. Eso significa que hay un déficit de 300.000 camas en refugios y en viviendas de transición.
Los indigentes se congregan en refugios de emergencia durante todo el año y se vuelcan en refugios especiales en los meses más fríos, dice el estudio, que es el último intento del gobierno de contar a un sector de la población a las cuales es sumamente difícil seguirles la pista.
El Censo del año 2000 calculó que había 170.700 indigentes, pero muchos expertos señalaron que era una cifra muy inferior a la real. En 1996, el Instituto Urbano usó datos recolectados por la Oficina del Censo para calcular que había entre 640.000 y 840.000 indigentes.
"Comprender la indigencia es un paso necesario para poner fin a ella, especialmente para personas que sufren condiciones crónicas como enfermedades mentales, drogadicción, o incapacidad física", dijo Alphonso Jackson, secretario del departamento, en la presentación del informe.
El Departamento de Viviendas y de Desarrollo Urbano hizo el cálculo usando datos recogidos por agencias locales que atienden a los desamparados. Agencias de diferentes partes del país intentaron contar la cifra de personas que vivían en las calles una noche de enero del 2005. Las agencias también recolectaron información sobre raza, sexo, y status de incapacidad de personas alojadas en refugios y en viviendas en transición entre febrero y abril del 2005.
Entre los hallazgos figuran los siguientes:
El Departamento de Viviendas y de Desarrollo Urbano calculó que había 754.000 indigentes en el 2005, incluidos aquellos que vivían en refugios, en viviendas "de transición", o simplemente en las calles. Eso significa que hay un déficit de 300.000 camas en refugios y en viviendas de transición.
Los indigentes se congregan en refugios de emergencia durante todo el año y se vuelcan en refugios especiales en los meses más fríos, dice el estudio, que es el último intento del gobierno de contar a un sector de la población a las cuales es sumamente difícil seguirles la pista.
El Censo del año 2000 calculó que había 170.700 indigentes, pero muchos expertos señalaron que era una cifra muy inferior a la real. En 1996, el Instituto Urbano usó datos recolectados por la Oficina del Censo para calcular que había entre 640.000 y 840.000 indigentes.
"Comprender la indigencia es un paso necesario para poner fin a ella, especialmente para personas que sufren condiciones crónicas como enfermedades mentales, drogadicción, o incapacidad física", dijo Alphonso Jackson, secretario del departamento, en la presentación del informe.
El Departamento de Viviendas y de Desarrollo Urbano hizo el cálculo usando datos recogidos por agencias locales que atienden a los desamparados. Agencias de diferentes partes del país intentaron contar la cifra de personas que vivían en las calles una noche de enero del 2005. Las agencias también recolectaron información sobre raza, sexo, y status de incapacidad de personas alojadas en refugios y en viviendas en transición entre febrero y abril del 2005.
Entre los hallazgos figuran los siguientes:
–Casi la mitad de los indigentes son hombres adultos, solteros.
–Casi una cuarta parte son menores.
–Menos de un 2% tienen más de 65 años de edad.
–Alrededor de un 59% son miembros de minorías.
–Alrededor del 45% son negros.
–Alrededor de una cuarta parte sufren de alguna discapacidad, aunque los expertos creen que el porcentaje es mucho más alto.
Por Stephen Ohlemacher,
Agencia AP. Desde Washington.
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