- Durante el acto fue develado un cuadro del médico en la sala de recepción del Hospital de Día que lleva el nombre del fallecido médico, el cual está destinado a la atención exclusiva de personas de la tercera edad
- El periodista Antonio María Pérez, autor de la biografía de Vegas Contreras, actuó como orador de orden
Se captó el momento en el cual el doctor Henry
Valderrama, director de Sager, acompañado de tres
personas de la tercera edad, develaron el cuadro
con la imagen del epónimo del Hospital de Día
Cornelio Vegas Contreras.
Un homenaje al doctor Cornelio Vegas Contreras fue realizado por la dirección, personal del Servicio Autónomo de Geriatría y Gerontología; la Asociación Unitaria Nacional de Jubilados, Pensionados del Sector Salud y Protección Social y la Federación de Jubilados, Pensionados y Adulto Mayor de Aragua; el gremio que agrupa a los pensionados y jubilados de la Gobernación, al develar una obra pictórica con el rostro del doctor Cornelio Vegas Contreras, cuyo nombre identifica al Hospital de Día de la capital aragüeña, el cual está especializado en la atención a las personas de la tercera edad y es sede de SAGER en Aragua.
El evento se inició con palabras del abogado Henry Valderrama, director regional de SAGER, quien habló sobre el proceso de transformación que se ha venido operando en esa institución, con el fin de garantizar una mejor atención a los adultos mayores del estado Aragua, y optimizando el uso de las instalaciones que le fueron adjudicadas para tal fin dentro de la estructura que se conoció como Hospital Civil de Maracay y que ahora es el Hospital de Día “Cornelio Vegas Contreras”.
Seguidamente Valderrama invitó a algunos de los asistentes al evento a develar una obra pictórica con el rostro del fallecido médico, que es epónimo del Hospital, sobre la Bandera Nacional, y otros símbolos que representan el tiempo como factor etario. Posteriormente anunció al periodista Antonio María Pérez, autor del libro biográfico de Vegas Contreras como orador de Orden.
En la gráfica se captó el momento en el cual
Antonio María Pérez pronunció el discurso
de orden en el homenaje al doctor
Cornelio Vegas Contreras y parte del público
“En 1911, -expresó el Orador- de la pareja formada por el Coronel Cornelio y su esposa Ernestina, radicados eventualmente en Cumaná, nació el niño Cornelio Vegas Contreras; pero a los pocos meses la familia se trasladó a Puerto cabello, donde vivieron dos años y allí fue bautizado; pero poco tiempo después por imperio de órdenes castrenses el coronel fue trasladado a Maracay.”
--La educación primaria de Cornelio –dijo- se impartió entre el Colegio Don Bosco de Valencia; la secundaria en el Colegio Alemán de Los Teques, y en la Universidad Central de Venezuela, obtuvo el grado de doctor en Ciencias Médicas en 1934. Las prácticas docentes las realizó como interno del Hospital Vargas y del Hospital Militar de Caracas, entre 1930 y 1934; pero cada año se tomaba un período de vacacional en Europa, tiempo que compartía entre el disfrute del tiempo libre y la actualización en clínicas y hospitales de Alemania y Francia.
Inició su actividad profesional poco tiempo en Caracas, y se trasladó a Maracay, donde laboró en varias instituciones asistenciales de la localidad; pero también atendía a los pacientes en sus propios hogares, ayudando así a venir al mundo a hasta tres generaciones de personas de varios centenares de familias de todos los niveles económicos sociales en una Maracay donde el alumbrado público era muy escaso, incluso en las casas, valiéndose de la linterna que solía cargar en su maletín, para alumbrar el lugar donde tenía que asistir un parto, cuando éste ocurría en horas nocturnas, durante las décadas se los años 40 y 50.”
Recordó Pérez que de todos los barrios de Maracay de poblaciones circunvecinas, diariamente acudían centenares de madres, con sus pequeños enfermo al consultorio de Cornelio, y que se formaban colas que tomaban parte de la Calle “Negro Primero”, por la cantidad de pacientes y éste apenas les cobró durante muchos años la módica tarifa de cinco bolívares; luego por la presión de los médicos que le cubrían durante sus períodos vacacionales, se elevó el precio a veinte bolívares que representaba una tercera o cuarta parte de los que cobraba la mayoría de los galenos; pero si Cornelio advertía que la persona era tan pobre que carecía del dinero para pagarle él no le cobraba, y más bien muchas veces le daba dinero a las madres carentes de recursos que acudían a su consulta para que comprasen las medicinas.
--La profunda huella que el doctor Cornelio Vegas Contreras dejó en el sentimiento de quienes le conocieron, de quienes se beneficiaron de su generosidad, como hombre y como médico , tendrá que germinar algún día en otras manifestaciones, tal vez en esas devociones que han venido sembrando quienes fueron su pacientes, o esa suprema admiración de quienes tuvieron la oportunidad de disfrutar de su amistad, como lo expresó alguna vez el poeta Rafael Augusto Cadenas en un artículo de opinión: “Hombre de sólidos principios morales y médico que como él mismo definía:
Material remitido por el abogado Cornelio Vegas Pérez