o marchar desprotegidas......marchamos por Chacao vestidas de patriotas chic, con nuestras viseras de siete estrellas, con nuestras botellitas de Evian...
Por: Carola ChávezSi señoras, se los digo sin pelos en la lengua, Chávez es un atacón. Pero no uno de esos atacones galantes que muchas añoran a gritos y otras añoran en silencio. No, nos ataca por donde más nos duele, primero nos arrebató las novelas de RCTV , con sus galanes prefabricados, depilados y musculosos, ahora, según me cuentan mis vecinas aterradas, pretende ensañarse con nuestros artículos de primera necesidad.
Dicen que va a prohibir, por decreto, el uso de tintes de pelo, los hilos dentales, las mini faldas y, colmo de todos los colmos, las toallas sanitarias. Quiere arrasar con nuestra esencia femenina. Es contra nosotras este asunto, y bueno, contra alguno que otro viejo verde de esos que se pintan las canas y el bigote.
Del rimmel no han dicho nada porque, al parecer, es secreto de estado, pero me dicen de adentro, digo de adentro de mi cabeza esas voces que oigo todo el día desde que veo Globovisión, que me amarre los pantalones, o la medias panty en nuestro caso, que me gaste el fondo de retiro de mi marido en productos de belleza, que me opere las tetas y la barriga ahora mientras aun se puede, y que marche y marche y marche para defender nuestro verdadero patrimonio nacional: la belleza de la mujer venezolana.
Este asunto me ha conmocionado de tal manera que me he sentado a pensar, cosa que no hago con mucha frecuencia. La urgencia de comprender las motivaciones de este monstruo han activado algunas de las neuronas que pudieron sobrevivir a la dieta eterna, a los años consagrados al estudio de la revista ¡Hola! y a las tardes en el club. Esas pocas pero privilegiadas neuronas me dicen cosas horribles que debo compartir con todas mis compatriotas.
Chávez nos odia, odia a las mujeres bellas o a las que tratan de serlo. Odia a cualquier mujer en edad de merecer y a quienes ya recibimos nuestro merecido. Nos odia por culpa del paro petrolero, por el Pilín León, El Maritza Sayalero, por todos barcos con nombre de Miss que le amargaron tanto aquellos días.
Nos odia porque marchamos por Chacao vestidas de patriotas chic, con nuestras viseras de siete estrellas, con nuestras botellitas de Evian. Porque parecemos diosas con nuestro tongoneo patriótico, por nuestras cacerolas de teflón, porque no dejamos nada al descuido a la hora de alzar la voz y exigir que nos devuelva la libertad para sacar nuestros dólares, que bastante sudor de la frente le ha costado a los empleados de nuestros maridos.
Nos odia porque sacamos a empujones a cualquier chavista que pretenda caminar por nuestros malls. Porque defendemos la distinción y los privilegios que hemos heredado. Porque nuestras pavas son bellas y si no, las operamos. Porque exudamos glamour, clase, aunque sea media, y sex appeal. Porque Rudy no le paró, porque ninguna le para. Porque es negro, feo y ordinario y nuestro maridos no.
Nos odia por María Corina, por Carla incluso por Nitu que, aunque vieja y estirada todavía conserva ese ‘’yenesecuá’’. Nos odia porque hablamos inglés mejor que el mismísimo Bush, bueno eso lo hace cualquiera pero es que estoy tan contrariada que ya ni se lo que digo; pero digo, porque nos pintamos el pelo de rubio y nos queda bien, porque nos codeamos con lo mas granado de nuestra sociedad. Porque somos blancas aunque no se nos note mucho, porque nuestros recontratatarabuelos eran marqueses europeos, porque si tenemos suerte y casamos a nuestros retoños con alguien de origen gallego tendremos nietos catires, con ojos azules y pelo lisito. ¿Cuántos cruces con blancos se necesitan para blanquear la negrura de ese señor?
Por eso se ensaña y nos quita lo que mas amamos. Pero les digo una cosa: si nos prohíbe los "modes" correrá la sangre por las calles del país. Eso se los garantizo.
Por: Carola Cháveztongorocho@gmail.com
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