28 marzo 2006
Tú eres más ladrón que yo…
Por: JotaDobleVe
Martes, 28/03/2006
Hace años me contaba mi abuela sobre un ministro de Juan Vicente Gómez quien le decía a sus hijos “Yo robo hoy, para que ustedes mañana sean honrados”... No menciono el nombre del sujeto, porque ese apellido, hoy en día identificaría a una de las diez mayores fortunas venezolanas y terminaría demandado por vilipendio.
El problema del dolo y el robo a la cosa pública viene desde la independencia (por no remontarme a lo común de esas prácticas cuando la colonia)… Simón Bolívar decreto la pena de muerte al peculador y sentenció:
“La corrupción de los pueblos nace de la indulgencia de los tribunales y de la impunidad del los delitos. Sin fuerza no hay virtud; y sin virtud perece la Republica”
Con todo y eso, no pudo evitar la rebatíña de la cosa pública, y el descarado robo que ocurre después de consolidarse la independencia. Sobrarían dedos de las manos al contar los prohombres de la gesta heroica quienes no sucumbieron ante el latrocinio que se inicia, pendejos según la definición de Uslar Pietri; me vienen a la mente Mariño, Urdaneta y Salom entre otros pocos, el último de los nombrados el cual manejó casi toda la intendencia de la Guerra de Independencia muere poco menos que de mengua en su pueblo natal de Puerto Cabello.
Después de la independencia se forman las castas oligárquicas emergentes en Venezuela las cuales sustituyen al mantuanato caraqueño que muere bajo el cuchillo de Monteverde y las lanzas de Boves. Fortunas, todas ellas, nacidas del robo y expoliación de la cosa pública o de la terrogafia desatada…
Pocas pues son las fortunas venezolanas, existentes actualmente, las cuales descienden del trabajo honrado y tenaz; “Yo robo hoy, para que ustedes mañana sean honrados” ha sido la forma preferida de enriquecimiento en Venezuela.
Y entonces, ¿qué pasa?… pues que después de casi 200 años de estas prácticas los rabos de paja abundan el “quítate tu pa´poneme yo” tiene su tradición y toda una historia; llegando la situación a que la denuncia del peculador se vuelve una especie de mutuo chantaje en donde lo más importante pareciera ser quien es más ladrón, o quien es el que ha robado más o cuando fue que ocurrió el robo…
Pero el peor de los malos chistes, es que la experiencia dicta que la mejor forma de resultar culpable de algo es la denuncia a un LADRÓN de la cosa pública; sobran en Venezuela los ejemplos en donde el denunciante termina “denunciado” por el peculador con posición; aquel caso de la “Chatarra Militar” sería un ejemplo típico.
La única forma de afrontar esta corrupción (actual) que corroe al proceso, y que repito es de muy pocos en perjuicio de muchos, es que el alto gobierno a todos los niveles tome cartas en el asunto con verdadera intención de acabar con el problema:
El ejecutivo debe de retirar la protección automática al peculador, no premiarlo (como por ejemplo con una embajada) cuando es descubierto en hechos dolosos…
El poder Moral debe hacer su trabajo: el fiscal, el procurador etc. deben dejar de ser figuras de porcelana en un estante; y dedicarse a trabajar de lleno en sus funciones…
Pero lo más importante, es tener una ley clara sencilla y que le permita al Juez de una causa llevar un caso y aplicar las condenas correspondientes; por consiguiente la Asamblea recientemente electa deberá estudiar la forma de modificar la ley, para incluir si no lo está ahora que:
· El incurso en delito de peculado, corrupto, corruptor, sus cómplices, testaferros y TODOS los indiciados sean reos de la misma sentencia, sin atenuantes individuales en cuanto a la culpabilidad o no del indiciado; o sea que cuando se demuestra el delito, todos los indiciados serán igualmente culpables
· Prohibición de vender o enajenar sobre todos los bienes, inmovilización de cuentas bancarias tanto personales como corporativas de TODOS los indiciados.
· Toda sentencia deberá incluir la confiscación total de de bienes de los indiciados y penalización, a la sentencia, hasta por el 200%, por lo menos, de lo birlado a la nación; distribuidas porcentualmente entre los culpables en relación directa a los montos confiscados; de forma tal que quien más tenga más pague…
· Ningún corrupto, corruptor, sus cómplices o testaferros deberán ser juzgados en libertad…
· Ningún juez de causa por corrupción podrá ser imputado y revocado de la misma; sino por decisión del tribunal supremo en pleno
· Deberá invertirse, para los casos de peculado, el cargo de la prueba; quedando facultada la fiscalía (cualquier fiscal) a abrir un procedimiento criminal por noticia criminis; y debiendo el acusado, culpable a priori, demostrar el origen LEGAL de sus haberes en una audiencia previa “PUBLICA” ante un tribunal moral integrado por tres jueces titulares designados por sorteo.
· Deberá existir también plena responsabilidad civil y penal por sus actos al que denuncie en falso, calumnia o vilipendio; ningún medio, persona u organización podrá emitir juicios previos sobre materia no juzgada o en proceso.
· Las declaraciones de bienes juradas de TODO empleado publico, de elección popular o no, debe ser PUBLICA, notariada y firmada por contador en ejercicio quien se haga responsable y garante del contenido; contra ella deberá verificarse toda presunción de dolo.
· No deberá existir inmunidad de ningún tipo para las cuestiones de corrupción. Y esta se pierde automáticamente al inicio de cualquier proceso hasta la sentencia firme del mismo.
Así y solo así será seguro denunciar públicamente a cualquier peculador, sin quedar preso en el intento… por ahora lo que queda es organizarnos para pedir que se establezca lo anterior o algo por el estilo.
Una legislación, y reglas de juego claras, evitarían el triste espectáculo que hoy ofrecen desde el punto de vista mediático camaradas y manzanitas discutiendo por intangibles en un “Tú eres más ladrón que yo…”.
Y recuerden…
¡¡¡ADELANTE Y A FONDO CON LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA!!!
JotaDobleVe
JWekker@GMail.com
Martes, 28/03/2006
Hace años me contaba mi abuela sobre un ministro de Juan Vicente Gómez quien le decía a sus hijos “Yo robo hoy, para que ustedes mañana sean honrados”... No menciono el nombre del sujeto, porque ese apellido, hoy en día identificaría a una de las diez mayores fortunas venezolanas y terminaría demandado por vilipendio.
El problema del dolo y el robo a la cosa pública viene desde la independencia (por no remontarme a lo común de esas prácticas cuando la colonia)… Simón Bolívar decreto la pena de muerte al peculador y sentenció:
“La corrupción de los pueblos nace de la indulgencia de los tribunales y de la impunidad del los delitos. Sin fuerza no hay virtud; y sin virtud perece la Republica”
Con todo y eso, no pudo evitar la rebatíña de la cosa pública, y el descarado robo que ocurre después de consolidarse la independencia. Sobrarían dedos de las manos al contar los prohombres de la gesta heroica quienes no sucumbieron ante el latrocinio que se inicia, pendejos según la definición de Uslar Pietri; me vienen a la mente Mariño, Urdaneta y Salom entre otros pocos, el último de los nombrados el cual manejó casi toda la intendencia de la Guerra de Independencia muere poco menos que de mengua en su pueblo natal de Puerto Cabello.
Después de la independencia se forman las castas oligárquicas emergentes en Venezuela las cuales sustituyen al mantuanato caraqueño que muere bajo el cuchillo de Monteverde y las lanzas de Boves. Fortunas, todas ellas, nacidas del robo y expoliación de la cosa pública o de la terrogafia desatada…
Pocas pues son las fortunas venezolanas, existentes actualmente, las cuales descienden del trabajo honrado y tenaz; “Yo robo hoy, para que ustedes mañana sean honrados” ha sido la forma preferida de enriquecimiento en Venezuela.
Y entonces, ¿qué pasa?… pues que después de casi 200 años de estas prácticas los rabos de paja abundan el “quítate tu pa´poneme yo” tiene su tradición y toda una historia; llegando la situación a que la denuncia del peculador se vuelve una especie de mutuo chantaje en donde lo más importante pareciera ser quien es más ladrón, o quien es el que ha robado más o cuando fue que ocurrió el robo…
Pero el peor de los malos chistes, es que la experiencia dicta que la mejor forma de resultar culpable de algo es la denuncia a un LADRÓN de la cosa pública; sobran en Venezuela los ejemplos en donde el denunciante termina “denunciado” por el peculador con posición; aquel caso de la “Chatarra Militar” sería un ejemplo típico.
La única forma de afrontar esta corrupción (actual) que corroe al proceso, y que repito es de muy pocos en perjuicio de muchos, es que el alto gobierno a todos los niveles tome cartas en el asunto con verdadera intención de acabar con el problema:
El ejecutivo debe de retirar la protección automática al peculador, no premiarlo (como por ejemplo con una embajada) cuando es descubierto en hechos dolosos…
El poder Moral debe hacer su trabajo: el fiscal, el procurador etc. deben dejar de ser figuras de porcelana en un estante; y dedicarse a trabajar de lleno en sus funciones…
Pero lo más importante, es tener una ley clara sencilla y que le permita al Juez de una causa llevar un caso y aplicar las condenas correspondientes; por consiguiente la Asamblea recientemente electa deberá estudiar la forma de modificar la ley, para incluir si no lo está ahora que:
· El incurso en delito de peculado, corrupto, corruptor, sus cómplices, testaferros y TODOS los indiciados sean reos de la misma sentencia, sin atenuantes individuales en cuanto a la culpabilidad o no del indiciado; o sea que cuando se demuestra el delito, todos los indiciados serán igualmente culpables
· Prohibición de vender o enajenar sobre todos los bienes, inmovilización de cuentas bancarias tanto personales como corporativas de TODOS los indiciados.
· Toda sentencia deberá incluir la confiscación total de de bienes de los indiciados y penalización, a la sentencia, hasta por el 200%, por lo menos, de lo birlado a la nación; distribuidas porcentualmente entre los culpables en relación directa a los montos confiscados; de forma tal que quien más tenga más pague…
· Ningún corrupto, corruptor, sus cómplices o testaferros deberán ser juzgados en libertad…
· Ningún juez de causa por corrupción podrá ser imputado y revocado de la misma; sino por decisión del tribunal supremo en pleno
· Deberá invertirse, para los casos de peculado, el cargo de la prueba; quedando facultada la fiscalía (cualquier fiscal) a abrir un procedimiento criminal por noticia criminis; y debiendo el acusado, culpable a priori, demostrar el origen LEGAL de sus haberes en una audiencia previa “PUBLICA” ante un tribunal moral integrado por tres jueces titulares designados por sorteo.
· Deberá existir también plena responsabilidad civil y penal por sus actos al que denuncie en falso, calumnia o vilipendio; ningún medio, persona u organización podrá emitir juicios previos sobre materia no juzgada o en proceso.
· Las declaraciones de bienes juradas de TODO empleado publico, de elección popular o no, debe ser PUBLICA, notariada y firmada por contador en ejercicio quien se haga responsable y garante del contenido; contra ella deberá verificarse toda presunción de dolo.
· No deberá existir inmunidad de ningún tipo para las cuestiones de corrupción. Y esta se pierde automáticamente al inicio de cualquier proceso hasta la sentencia firme del mismo.
Así y solo así será seguro denunciar públicamente a cualquier peculador, sin quedar preso en el intento… por ahora lo que queda es organizarnos para pedir que se establezca lo anterior o algo por el estilo.
Una legislación, y reglas de juego claras, evitarían el triste espectáculo que hoy ofrecen desde el punto de vista mediático camaradas y manzanitas discutiendo por intangibles en un “Tú eres más ladrón que yo…”.
Y recuerden…
¡¡¡ADELANTE Y A FONDO CON LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA!!!
JotaDobleVe
JWekker@GMail.com
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