o ¿una tara hereditaria?...
Los Borbones (dinastía real que se inicia en Francia en 1589 y se extiende por Italia y España), o relacionado con ellos.
Por: Jose Márquez
Ahora que se alborotó el asunto con la abdicación del Rey de España mejor conocido como Cayetano – ¿Por qué no te callas? – les recomiendo leer La huella Perenne de Francisco Herrera Luque o al psiquiatra Antonio Vallejo Nájera.
Paso a contarles algunos aspectos de esa generación de enfermos mentales que gobernaron a España durante un tiempo bastante prolongado; siempre, recurriendo a Herrera Luque.
El primer rey Borbón de España fue Felipe V – 16 de diciembre de 1683 - hijo del Delfín y de María Victoria de Baviera. Dice Cronin, refiriéndose a Felipe que por su aspecto era un perfecto austríaco con su boca siempre entreabierta. Escribe Taxonera: las inquietudes y perturbaciones nerviosas, lo agitaban con frecuencia y su inteligencia aparecía como envuelta y oscurecida, además sufría de desmayos, un señor de apellido Armstrong decía que su enfermedad amenazaba con degenerar en demencia. Vallejo Nájera dice que pertenecía al grupo de personalidades psicopáticas denominadas hipomelancólicos o deprimidos constitucionales.
Vivía con la obsesión de abdicar. Durante las crisis de melancolía, se revolcaba en las inmundicias de su cama con un dedo en la boca y la mirada ausente, intercalado esto con ataques de furia. La enfermedad de Felipe V se haría patente en dos de los tres hijos que fueron reyes: Fernando VI y Carlos III y el mayor Luis I era débil mental.
FERNANDO VI (1713 – 1759)
El hijo segundo de Felipe V y su prima María Luisa de Saboya, fue melancólico. Murió loco y padeció de epilepsia. Vallejo califica al hijo de Fernando VI como ciclofrénico. Sufrió de ataques convulsivos.
CARLOS III DE ESPAÑA (1716 – 1788)
Vivió en Nápoles durante 25 años, a pesar de su mediocre inteligencia, fue uno de los más grandes monarcas de España, era honrado, como una de las hijas del actual rey, ustedes la conocen mejor que yo, el marido vasco. Lo que sé de Carlos III es que durante su reinado protegieron a Boccherini. Vallejo Nájera describe a CARLOS III como un típico ejemplar de psicópata epiléptico denominado por Manz, burócrata solemne. Tuvo trece hijos, el primogénito, Felipe Pascual fue excluido de la sucesión por imbecilidad. Lo sucedió en el trono de España su hijo Carlos IV.
La trayectoria del hijo y del nieto de Carlos III de España, puede resumirse en estas palabras de Emil Ludwig:”La dinastía parece pronta a derrumbarse en España. Un rey envilecido que había llegado a ser hasta el rufián de su esposa; una reina que sólo le faltaba audacia para ser una nueva Mesalina, un ministro pérfido, un hijo y un padre que se odiaban, tanto habían descendido los borbones en España” ¿Y ustedes se han dado cuenta porque los españoles quieren salir de los reyes e instaurar la república?
CARLOS IV (1788 – 1808)
A los cuarenta años subió al trono, después de 27 años de matrimonio con su prima María Luisa de Parma, esta era simple y llanamente una desvergonzada. Muy avanzado el climaterio, sin dientes y ausente de belleza corría tras los jovenzuelos como cualquier buscona, entre esos jóvenes estaba Manuel Godoy, al cual hicieron rico y con títulos nobiliarios, que ustedes conocerán mejor que yo.
Carlos IV era manso y apocado de carácter por no llamarlo imbécil. Tenía los ojos grandes, de asustado mirar y la frente huida (eso me hizo recordar a Camilo José Cela en las siete señales del hijueputa), la nariz larga y gruesa. Inclinada sobre una boca estrecha, la barbilla recogida, la tez sonrosada y bajo el peluquín empolvado, la sonrisa bonachona y un aire esencialmente pacífico. Era de muy escaso entendimiento – dice Ballesteros – y de una bondad rayana en la estulticia. (Les copié integra esa descripción de Carlos IV porque me pareció brillante)
FERNANDO VII (1814 – 1833)
Un escritor adverso al séptimo Fernando, lo describe como “un solapado mozo destinado a ser el más funesto e ineficaz de los Borbones” igualmente lo hace culpable de la pérdida de las colonias americanas, del atraso en que sumió a España y la pérdida definitiva del papel de potencia de primer orden. (Siempre me ha parecido ridículo eso de ufanarse de ser potencia, lo importante no es ser potencia sino ser, así de sencillo) Fernando VII, aunque de temperamento distinto, fue tan indigno como su abúlico padre – le rendía tributo a Napoleón por sus triunfos contra España- mientras sus solados morían dando vivas a su nombre. A pesar de todo, sus biógrafos, lo consideran un buen gobernante. Era un melancólico más en la larga lista de los Borbones.
ISABEL II (1813 – 1904)
Reina lozana, simpática y frescachona pero, tan deshonesta y casquivana como su abuela María Luisa y su tía Carlota Joaquina. A los 16 años casa con su primo Francisco de Asís nieto de Carlos IV, ya tarde se enteró Isabel del contenido del documento que enviaron desde Inglaterra a la regente María Cristina: “Inglaterra jamás dará su apoyo al enlace de Su Majestad con el infante don Francisco de Asís, porque este príncipe esta imposibilitado física y moralmente para hacer la felicidad privada de su majestad y la de la nación española”.
Don Francisco, aparte de ser un excelente arqueólogo, sufre de vergonzosas tendencias... O sea, tenía la caja mala y botaba la segunda.
“¿Qué te puedo decir de un hombre… le dirá Isabel II con amargura a su amigo…que la noche de nuestra boda tenía más encajes que yo?”
Isabel era como su padre, de fuerte e insobornable sensualidad, a los pocos meses de casada se consolaba con el general Serrano a quien todos llamaban “el general bonito”, aparte salía de noche disfrazada y se metía en los bares a disfrutar de sus aventuras nocturnas, dicen que el pueblo la amaba y le lanzaban flores y hasta un tiro en una ocasión. Le encantaba comer cocido madrileño, bacalao con tomates y el arroz con pollo. También abdicó y dijo: “Uf, qué gran peso me he quitado de encima” Sus amantes oficiales fueron ocho, aparte de los ocasionales.
ALFONSO XII (1874 – 1885) y ALFONSO XIII (1885 – 1941)
Y por último, el que está entregando el coroto y los dos últimos Alfonso son individuos insignificantes en la historia de los Borbones, de España y de la humanidad. Que tampoco es muy atractiva que digamos, la mayoría, en las últimas épocas por la mezcla con los Habsburgo han sufrido de hemofilia. Esperamos que prive la cordura y no nombren más reyes. Hace varios millones de años los homínidos, descendimos de los arboles, comenzamos a tallar las piedras y ya vamos por la computadora con Internet incluido; es hora, definitivamente, de poner los pies sobre la tierra y abandonar esas costumbres aberrantes. De todas formas, si me ponen a elegir entre los Borbones me quedo con Isabel II…
El que abdica en este momento es un digno heredero de la decadencia borbónica, alcohólico y asesino de elefantes entre otros bichos de uña. El que le quieren imponer a los españoles, el tal Felipe, lo que tiene es tamaño, parece un “muñequito de torta” se hubiera dedicado al básquet.
Se puede concluir que los reyes borbónicos han sido en su mayoría, locos, epilépticos, imbéciles, oligofrénicos de variada laya, etc. Cómo será esa cuestión que el considerado mejor monarca fue Carlos III. Parafraseando a un presidente mejicano:
“Pobre España,
tan lejos de dios y
tan cerca de nadie”
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