Visión profética de un amigo, el Dr. A. Marquez, desde su ataraxia cartujiana... "No creemos en el más allá y mucho menos en el más acá, por lo tanto no le ofrecemos a nuestros seguidores ningún consuelo post-morten: ni ríos de miel y leche, ni huríes y, mucho menos sentarse a la diestra de nadie..."
Nueva Secta,
La secta que yo estoy formando se llamará “Testículos de Mustafá”, no comen, ni beben ni ná. Para pertenecer a la misma lo único que se necesita es andar pelando bola, igualmente, los integrantes de dicha secta no tendrán que andar orando ni cosas por el estilo, tendrán una sola oración que será pronunciada antes de retirarse a dormir y al levantarse, dice así: “Las diez mil putas madres podridas que recontraparieron a todos los corruptos, hijos de la gran puta, que de una u otra forma han contribuido, durante estos cuarenta años de democracia a acabar con el país... Amén.”
Al no haber rezos, lógicamente tendrá que haber frases breves que los reemplacen y, se dirán en momentos oportunos: por ejemplo, antes de comenzar a comer no se le darán las gracias a nadie, simplemente diremos “Maldigo a todos los hijos de puta que me están obligando a ingerir esta comida de mierda... amén”.
En la sala de la casa u otro lugar visible se colgará una pancarta que diga: “Aquel que tenga ojos, que vea; el que tenga oídos que oiga y el que tenga ganas que Kool-Aid”, porque esa será la bebida preferida de todos nosotros, claro está, sin el agregado de cianuro como hizo el fanático de Guyana, que de paso envenenó hasta el gato.
Ya hemos recibido adhesiones de otras sectas; una de ellas, la Moon, nos envió una linda tarjeta de felicitación y en la misma concluyen diciendo “Todo aquel que posea un violín bajo sus axilas, será bienvenido al reino de la bolita” firmado por el reverendo Sun Myung Moon, coreano de pura cepa, anticomunista hasta los cojones.
La secta de los “Mamones” también se adhirió a nuestra propuesta, la tarjeta venía firmada por Mónica Lewinsky, delegada por USA y por Carlos Menen de Argentina, que está loco por ocupar el cargo dejado vacante por Mónica, lo último que ha dicho es que los yanquis deben intervenir militarmente en Colombia para acabar con las guerrillas y el narcotráfico, a él corresponde la famosa frase, que más bien parece un apotegma: “Todo aquel que desee alcanzar el reino de los Chupamedias deberá postrarse a los pies del presidente yanqui... mamaos los unos a los otros”.
De la secta Umbanda llegó personalmente la barragana de uno de los expresidentes que integraron la “Umbanda” de coños de madre que se robaron el erario durante todos los años de Saudi-democracia. No entendimos muy bien el mensaje pues sólo hablaba de dólares y cuentas mancomunadas, nos dejó en el ambiente tres eructos con olor a caviar y Champagne de La Viuda y se fue...
También recibimos congratulaciones de la secta “Flatulentistas del Octavo Día” o Congregación de los Peorros. La tarjeta decía: “Bienaventurados los que comen caraotas con coliflor y Pepsi porque de ellos será el reino de los que peen”...
Es bueno aclarar que, motivado a la crisis, no tendremos templos, pero si tendremos lugares de recogimiento, se trata de los diferentes muladares de las diversas ciudades y pueblos de Venezuela, donde iremos a recoger el condumio en lucha contra las fuerzas del mal, léase, zamuros o zopilotes.
Esta es una comunicación preliminar que someto a la consideración del 80% de venezolanos que están comiendo cable y que, lógicamente, se adherirán como arroz a mi secta. Oportunamente ampliaremos los conceptos.
No creemos en el más allá y mucho menos en el más acá, por lo tanto no le ofrecemos a nuestros seguidores ningún consuelo post-morten: ni ríos de miel y leche, ni huríes y, mucho menos sentarse a la diestra de nadie, la única persona que participó en la idea de esta famosa secta y se sentó, después de muerta, al lado de alguien, fue una tía mía que padecía “artritis deformante” y permaneció sentada en una silla durante los últimos 30 años de su vida, todas las tardes la sacaban al patio para que se entretuviera viendo la paloma del vecino – el vecino tenía una paloma mensajera - en esa silla murió expuesta al sereno pues a los familiares se les olvidó meterla a la casa como era la costumbre; a la mañana siguiente cuando fueron a verla estaba yerta. Cuando tratamos de meterla en la urna no pudimos enderezarla, estaba engurruñada de bola y hubo que conducirla al cementerio sentada al lado del chofer del coche fúnebre. Allá en la fosa la bajamos con silla y todo, ayudándonos con un mecate, la dejamos sedente en el fondo de la fría morada, ¡mentira!... ahí hace el calor que jode. Nos imaginamos que no ha sido tocada por los gusanos, no porque haya sido una santa (parece que a los santos no se los comen los gusanos), sino porque los bichos esos estarán desorientados ante la presencia de un muerto sentado. En la lápida no se pudo poner “aquí yace” por el hecho de estar sentada, simplemente se colocó “Aquí está Percusia” (ese era su nombre). Pero este cuento no tiene nada que ver con la secta, es simplemente una anécdota.
Tampoco ofrecemos castigo para los pecadores, es que no creemos ni en pecados; pero aparte de no creer en los pecados, sería el colmo de la mala leche que después de la verga que llevamos en la vida, al morir nos estén esperando en el más allá con una palangana de aceite hirviendo y un hijo de puta disfrazado de diablo jodiéndonos la muerte, porque no nos podría joder la vida, de eso se encargan en este paraíso terrenal otros diablos sin disfraz.
Tampoco creemos en resucitaderas ni milagros; lo primero, porque es obvio que nadie después de estirar la pata y estar un cojonal de horas tieso se va a parar de pronto a cantar la “Boda Macabra”... Por muy primo hermano que sea del resucitador; y en los milagros no creemos por una sencilla razón:
Pongamos, por ejemplo, el accidente de aviación ocurrido ayer en Buenos Aires donde murieron 80 personas y se salvaron cinco, la gente tiene la tendencia a decir, refiriéndose a los sobrevivientes ¡milagro... ¡milagro! Ahora bien, siempre sin ánimo de molestar, ¿Quien es el autor de ese milagro? Porque si salvó cinco y mató ochenta, es un sádico de la gran puta. Milagro sería si no se hubiese matado nadie.
Los integrantes de nuestra secta no practicamos la levitación, ni caminamos sobre las piedritas, no nos metemos en los vicios de las personas, no dictamos cursos de yoga, ni damos masajes, no vendemos incienso, no pertenecemos a la CIA ni tenemos archivos con los datos de un cojonal de personas, respetamos la forma de vestir de las mujeres, no robamos automóviles (En Caracas, hace poco, agarraron al jefe de una secta que también era el capo de una banda de ladrones de carros), no estamos en contra del coito de pie ni hacemos el amor con la luz apagada y arropados con una cobija. Lo que tenemos es hambre, por eso estamos en comunicación con el gurú Sai Baba de la secta Sathya Sai Baba, para que nos explique cómo es esa vaina de multiplicar la comida de una olla de donde comieron miles de personas.
En vista de nuestro escepticismo el símbolo de la secta estará representado por un pingüino, porque “Pájaro parado no cree en nadie”.
Alonso, el gurú de Mustafá, que no come, ni bebe ni ná.
Valencia, 1.9.99 a las 9 a.m.(todavía sin desayunar). (Ampliado y corregido el 2.9.99, esperando el almuerzo)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Los comentarios sólo representan la opinión de las personas que los emiten. Son moderados y nos reservamos el derecho de publicación.