Titulo: Terrible encontronazo entre Ramos Allup y Guillermo Aveledo.
Se dijeron de todo y hubo hasta amenaza de puñetazos además de mentadas de madre y furiosos empujones. Y todo tuvo que ver con la entrega de una “mesada” que (por su trabajo) se le dio a Ramos Allup, sobre todo para que AD aceptara la decisión de que el candidato que mejor convenía “a la presente situación nacional” era Capriles Radonski.
Por: José Sant Roz
06/09/2012.
El encontronazo fue una reunión en Panamá a la que asistían entre otros Julio Borges y Leopoldo López.
- Esa vaina es una miseria, nojoda; estás equivocado si crees que me voy a quedar tranquilo –gritaba Ramos Allup quien parecía haber envejecido de un trancazo veinte años.
Y realmente, a raíz del lío, Ramos Allup pasó enfermo dos semanas en cama, y ahora se le ve muy desmejorado.
Aveledo había quedado momentáneamente encargado de la repartición de una “bolsa”, e inició su trabajo, cuando al entregarle su parte a Ramos Allup, éste dio un salto y le espetó:
- No me vengas Guillermo con eso que yo te conozco –y lanzó por los aires un papel que se le entregaba.
- Por favor no pierdas la compostura, Henry – y Guillermo le puso la mano en el hombro pero Ramos Allup lo rechazó con furia.
- Qué vaina es esa que a uno lo tratan como si fuera un advenedizo; tú sí eres un asomado que te pasaste cuatro años encuevado, cagado y sin hacer nada. De pronto apareces y te quieres coger todas las pantallas, y dejar a los que nos hemos jodido desde que llegó este maldito mono al poder, con esa mierda que me entregas.
- Aquí todo el mundo tiene que asumir su responsabilidad, y me respetas oíste. Me respetas.
- Qué respeto, pendejo. Eres un pendejo, y contigo no sigo hablando. Váyanse bien lejos al carajo.
Henry dio un portazo y de una vez cogió para el aeropuerto. Iba que si lo pinchaban no echaba sangre. Apenas llegó Henry a Caracas estaba recibiendo una llamada de Estados Unidos, de un Míster encargado de la sección del Departamento de Estado para América Latina. Con este personaje Henry se portó muy educadamente, nada de groserías, nada de alteraciones, y por el contrario aseguró que él mantendría su lucha contra el tirano tal cual como la había sostenido desde momento en que comenzó a desfigurar la democracia por allá en 1992.
- Son más de veinte años de lucha. Usted sabe que yo soy un demócrata a carta cabal. Pero quiero que usted entienda que yo también soy un ser humano, y que no tengo en la política tres días sino más de cuarenta años. Lo que he hecho es trabajar para los demás, y por ser yo amplio, desprendido se me ha maltratado y humillado de la peor manera. No se ha sido justo conmigo, y sépase que carezco de bienes de fortuna. Otros que han hecho unos papelazos escondido cuando más se les necesitaba, que nunca dieron la cara, ahora quieren aparecer como héroes y ser además los encargados de disponer de nuestro destino. ¿Le parece justo?
En agente norteamericano lo calmó pausadamente:
- Entiendo amigo Henry su incomodidad en este momento. Todo se va aclarar en estos días, y usted debe mantener la calma, una posición muy equilibrada, tal cual se acordó en nuestra última reunión en Nueva York. Continúe con su trabajo y asegúreme en este instante que así procederá de ahora en adelante. Únicamente para eso lo llamo.
La respuesta de Ramos Allup fue tajante:
- Sí, señor. Cuente con eso. Mi primer deber es con la patria. Nada de lo que pasó con el señor Avelado afecta en absoluto mi compromiso pactado por la libertad de expresión, por mi lucha por los derechos humanos y por la defensa de la democracia en todo este continente. De eso quiero que no les quepa la menor duda. Gracias por llamar.
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