Ángela Merkel, viaja a Pekín acompañada por la mayor delegación de la historia a bordo de dos aviones de la Luftwaffe , y pedirá a sus interlocutores en Pekín comprar deuda pública de países en crisis como España, Portugal, Grecia e Italia.
Por: Guillermo Sáez Álvarez,
¿Quién lo hubiera creído? Ángela Merkel, o "La locomotora Europea" Primer Ministro de la primera potencia de la región se fue Beijing, a pedirle "cacao" a China, con su cara bien lavada, peinadita y humildita, y no precisamente a pedirle que levantara el veto que con el otro de Rusia, ha impedido, al menos por ahora, una invasión militar a Siria, sino a pedir "pasta", "billete" según se ha colado en los círculos políticos. La Gran Potencia oriental, con la acostumbrada cortesía que la caracteriza, la recibió con todos los honores, dado su rango, pero parece que se pusieron duros para aflojar la mano y pusieron condiciones "diplomáticamente" pero con firmeza, como es arreglar el caso Siria de manera pacífica.
Así de grave será la crisis europea, que la Gran Señora hubo de recurrir, sin complejos a pedir ayuda a la potencia asiática. Parece que no quedaba otra opción. Los tiempos cambian y por eso nunca se debe decir" De esta agua no beberé"
Mientras Grecia, Italia, Egipto, Francia y la orgullosa España, con todo y su Rey cazador de elefantes, se ahogan sin saber qué hacer, salvo ayuda foránea, el Imperio Estadounidense no se queda atrás. El desempleo y quiebra de grandes empresas, el cierre de bancos y el hambre en los sectores más humildes, no ha podido superarse y sigue en caída libre junto con sus dólares convertidos en papel inorgánico bailando en un tusero, y que ni siquiera sus Súper Héroes con sus grandes poderes han podido remediar.
El Imperio racista, que por contraste tiene un presidente negro, y sin embargo discrimina a los de su raza, olvidando que sus mejores atletas, actores, actrices y cantantes son afro descendientes, el Imperio que gasta gran parte de su presupuesto en guerras, pues junto a las drogas son sus principales industrias, y en fin, la primera potencia mundial parece que va en camino de ceder su puesto antes de caer al abismo, a la gran potencia asiática, y a quien lo dude, que le pregunte a la Sra. Merkel que fue a hacer a Beijing.
El siglo XXI quizás sea testigo de la caída de estos Imperios que han querido dominar al mundo, también de las Monarquías obsoletas que ya no tienen sentido para dar paso a los países emergentes y amantes de la paz.
Y va a ser mucho el "aristócrata", el admirador de príncipes y princesas, de reyes y reinas, que se quedará nostálgico en su mansión, con un viejo ejemplar de "Hola" en sus manos.
Por: Guillermo Sáez Álvarez,
02 de septiembre de 2012.
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