"Para aquel quien no tiene honor, la política es una tentación irresistible, ya que encuentra en ella una manera de vivir con bastante facilidad."
Por: J. W. de Wekker Vegas.
Hace años, yo trabajaba como vendedor técnico en una firma de equipos de bombeo, en ese tiempo fungía como Gerente Técnico del Grupo Empresarial MALARA, firma del Sr. Filiberto Lara en Barquisimeto… Uno de los equipos que vendíamos eran “Pivotes Centrales”, unos adminículos para riego de cosechas de moda en la época, que son capaces de regar un círculo de unos 120 a 150 metros de radio…
Les cuento esto ya que tuve un cliente muy “especial”; era un colombiano de hablar muy suave y pausado, con ojos muy fríos y siempre impecablemente vestido… El personaje andaba siempre con un chofer y un asistente, ambos con sospechosos bultos bajo sus ropajes… El “caballero” quien se hacía llamar “Ingeniero” representaba a alguien de Medellín, el había comprado cuatro de esos aparatos para su hacienda en los llanos colombianos. Yo por orden de de mi jefe “debía cerrar el trato sin preguntar más detalles”, ya que el comprador pagaría depositando el dinero en dólares en la cuenta en USA del fabricante; y en bolívares sólo se pagaría el transporte para la puesta de la mercancía en Santa Bárbara de Barinas “Sobre Camión”… De la “exportación” de los equipos a Colombia se encargaría el comprador… Todos, naturalmente sabíamos lo que se regaría con esos aparatos; pero como decía mi abuela “Poderoso caballero en Don Dinero”.
Me tocó –pues- ir a cerrar el trato, y retirar el pago del trasporte. El trato lo cerramos en un restaurante cerca del Obelisco barquisimetano a la orilla de una piscina; acompañados de cerveza y pasa-palos. Yo debía entregarle, además de la factura, los planos e instrucciones para el armado de los aparatos y él me debía estregar la Carta de Crédito y el pago del envío… Pero estando gozando der las cervezas bien frías y del fresco de un día nublado me doy cuenta que los dos acompañantes de mi “cliente” tenía iguales pisa-corbatas, y estos eran bastante grandes para las delgadas corbatas que estaban de moda en esos años… Inmediatamente me di cuenta que eran una mini cámaras fotográficas que había visto meses atrás en “Mecánica Popular”.
Bien, llegó la hora de terminar la negociación le doy los papeles y las últimas instrucciones; el “Ingeniero” hace una seña y el “chofer” le entrega un maletín, el “asistente” se acerca con él y ambos se quedan cubriendo los lados libres de la mesa, en donde nos encontrábamos, pero a unos dos metros de distancia. Veo a los dos, y me volteo hacia mi cliente y le pregunto intempestivamente: ¿Qué?, ¿Me vas a fotografiar?... El hombre abría el maletín en ese momento, el cual estaba lleno de pacas de billetes de 500 Bs, y me dice: “pues vea, doctor… si, debo sacar fotos de esto… ése es mi seguro, es la prueba de que le entregué la plata… vea, si no lo hago así, mi jefe puede creer que le engañe y me manda a jacer una TAREA, y vusé entenderá que no quiero que me den LA VUELTA; si vusé se queda con el paquete y no se lo da a su jefe, la TAREA se la hacen a vusé o a alguien de su familia”… A las dos semanas había renunciado al cargo…
No sé porque les narro esto, pero la palabra escuchada ayer en un diálogo grabado en una situación parecida a la que yo viví allá, por la época del Toronto Luis Herrera, me recordó esa experiencia… y les aseguro que cualquier parecido con la vida real SI es coincidencia… Ya que en el soto mundo de los hampones colombianos TAREA es el encargo de darle LA VUELTA a un cristiano… Faltaría saber a ¿Cuál cristianó será al que hay que hacerle la TAREA?, ¿Cuándo?, ¿Dónde?, y por último para hacer esa tarea, ¿será que están en Caracas esa media docena de “paracos y desechables” sobre los cuales escribí en un artículo hace días?…
SI EL RÍO SUENA ES QUE PIEDRAS TRAE…
Nos vemos en las teclas…
JotaDobleVe@GMail.Com (El paranoico)
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