"Nuestra oposición política no debería tener tanto miedo por perder, de hecho ya han perdido muchas veces, sin darse cuenta que al final han salido ganado. Si hicieran menos caso a sus dirigentes -o a sus medios- serían más felices"
Por: Guillermo Sáez Álvarez
A medida que nos acercamos al 07-10, la llamada oposición se va haciendo más agresiva y violenta por una derrota inminente. Sus marchas a favor del majunche ya no son marchas, sino grupos de personas armadas con cabillas y armas de fuego en busca de camorra y agredir a cualquier periodista de los medios públicos que tenga la audacia de mezclarse en esa belicosa tribu.
Andan desesperados como ratas acorraladas, lo que hace cada vez más peligroso el trabajo periodístico. Anoche tuve que apagar la tele, pues el amigo Mario Silva se encarga de multiplicar por mil los discursos, o más bien los ladridos de sus voceros, verbigracia: el viejito Teochoro, cada vez más senil y la hiena de Ismael García -el varias veces traidor- vociferando para acá y para allá. Les confieso que verlos es una tortura china o guantanamera gringa, y prefiero apagar la tele y escuchar música. ¡Yo no me los calo, Mario!.
La otra cara de la moneda, son las multitudinarias marchas a favor del Comandante: alegres, pacíficas, apasionadas, con el triunfo retratado en los rostros de la gente que de verdad quiere un país en paz, y que por nada del mundo desea retroceder a pasados de miseria y de ser patios traseros de Imperios homicidas.
Dicen que "guerra avisada no mata soldados" y supongo que nuestro Comandante debe estar alerta, con los ojos como vendedor de prendas y le sugiero, de ser posible poner en marcha el Plan República mucho antes de las elecciones. El ya sabe que el pueblo, su pueblo, está allí, dispuesto a salir a la calle y llenar hasta el último rinconcito para no darles ningún chance de hacer guarimbas. Somos una mayoría aplastante dispuesta a defender lo que, gracias a la Revolución Socialista hemos logrado.
Por: Guillermo Sáez Álvarez
11-09-2012.
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