...Esta loca de carretera en que se ha convertido colomina, no se inmuta al denigrar del dolor que sufren una madre, y tres hijos que crecen sin la progenitora...
Por: Carlo Maglione
Tomado de: www.aporrea.org
29/12/07 -
El odio enferma, desquicia, enloquece, la señora colomina, ( porfa en minúsculas) llena de un odio irracional, inmenso, descomunal cual catedral gótica, perdió toda calidad humana en estos días junto al mata curas.
Las cosas y la forma en que las dijo refiriéndose a la madre de Ingrid Betancourt, llamándola desquiciada, fueron para mi precario equilibrio estomacal un verdadero vomitivo.
La colomina, destilando odio, con los ojitos de rata acorralada y la cara contraída estaba para este humilde cronista mucho más desquiciada que la señora Paisedo. Pensé escuchando a la colomina, (recuerde señor corrector, en minúsculas porfa) en sus dos hijas, en una de ellas a quien conocí en la Facultad de Humanidades de LUZ. Rogué para mis adentros que nunca sea secuestrada, que su Mama no tenga que pasar por ese trance.
El odio al comandante Chávez ha llevado a la que fuera tiempo ha una buena periodista, y profesora universitaria. Hoy día nada en un mar de idiocia, estulticia, rencor, amargura, y sin duda ninguna tan desquiciada o más de lo que están quienes ella señala de tal enfermedad.
Hoy por hoy se han descubierto muchas caras, las mascaras han caído inexorablemente, falsos hombres de izquierda de han demostrado vulgares adoradores del libre mercado, lambusios de los oligarcas, el falso artista-caricaturista se vendió a la derecha cipaya, ídolos con pies de barro se desmoronaron con la primera agüita.
La señora colomina da una mezcla de asco y desprecio, una madre que se burla del dolor de otra madre que sufre hace 5 años el secuestro de su hija. Esta loca de carretera en que se ha convertido colomina, no se inmuta al denigrar del dolor que sufren una madre, y tres hijos que crecen sin la progenitora.
¿Será que la colomina no tuvo madre ni ella misma se siente madre? De su duro corazón se puede esperar todo y nada bueno.
Por: Carlo MaglioneLas cosas y la forma en que las dijo refiriéndose a la madre de Ingrid Betancourt, llamándola desquiciada, fueron para mi precario equilibrio estomacal un verdadero vomitivo.
La colomina, destilando odio, con los ojitos de rata acorralada y la cara contraída estaba para este humilde cronista mucho más desquiciada que la señora Paisedo. Pensé escuchando a la colomina, (recuerde señor corrector, en minúsculas porfa) en sus dos hijas, en una de ellas a quien conocí en la Facultad de Humanidades de LUZ. Rogué para mis adentros que nunca sea secuestrada, que su Mama no tenga que pasar por ese trance.
El odio al comandante Chávez ha llevado a la que fuera tiempo ha una buena periodista, y profesora universitaria. Hoy día nada en un mar de idiocia, estulticia, rencor, amargura, y sin duda ninguna tan desquiciada o más de lo que están quienes ella señala de tal enfermedad.
Hoy por hoy se han descubierto muchas caras, las mascaras han caído inexorablemente, falsos hombres de izquierda de han demostrado vulgares adoradores del libre mercado, lambusios de los oligarcas, el falso artista-caricaturista se vendió a la derecha cipaya, ídolos con pies de barro se desmoronaron con la primera agüita.
La señora colomina da una mezcla de asco y desprecio, una madre que se burla del dolor de otra madre que sufre hace 5 años el secuestro de su hija. Esta loca de carretera en que se ha convertido colomina, no se inmuta al denigrar del dolor que sufren una madre, y tres hijos que crecen sin la progenitora.
¿Será que la colomina no tuvo madre ni ella misma se siente madre? De su duro corazón se puede esperar todo y nada bueno.
cmaglione@cantv.net.
PD. Creo que las mayúsculas son honoríficas, hay quien no las merece. Pido perdón por la libertad que me tomo al escribir.
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