Una Reflexión Corta al PSUV.
Autor: Ramón E. Garcia S.
Quien podría dudar a estas alturas, después de tanto que hemos conversado, que tanto hemos debatido y tanto nos hemos esforzado para exponer ideas dentro del contexto que supone la reconstrucción de nuestro país, la República Bolivariana de Venezuela; que alguno de nosotros no este claro que el sistema socialista de gobierno, sea realmente el sistema más justo y el más ligado a la condición de ser humano, que se haya ideado.
Condición humana, que por demás se empeño en destruir el capitalismo a ultranza que nos impusieron con sus políticas apátridas, los gobiernos de la llamada Cuarta República, logrando casi derrumbar totalmente las bases de la moral nacional.
Esto no es retórica, la herencia de corrupción moral que tristemente nos legaron Adecos y Copeyanos (Repito – Los Que Hicieron Gobierno), simplemente salta a la vista, incluso y desgraciadamente por muchos que hoy se visten de rojo rojitos.
En fin, dije en principio, que se trataría de una reflexión corta, pues dicha reflexión se refiere al Espíritu Bolivariano, creo y es el núcleo de la presente reflexión que el nombre de Bolívar debe estar presente en la identificación del denominado por ahora PSUV, de forma Expresa, no de forma Tácita como bien entiendo, se pretende hacer (no obstante sé, que el nombre PSUV es solo una propuesta).
El mismo énfasis y cuidado en dejar claro para propios y extraños (léase resto del mundo) que nuestra revolución tiene y tendrá una dirección socialista, se debe tener para dejar claro que nuestra Revolución Socialista, tendrá un solo guía, y ese guía será Padre Libertador, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios.
No acepto (así me cueste el no ingreso al Partido de la Revolución) que dicha organización no lleve el nombre del Libertador. (Vallan agarrando apuntes, los responsables de filtrar a quienes ingresaran o no, al PSUV, mi nombre esta a la orden, hagan según su conciencia)
Esto no es un capricho, esto no se trata de una pataleta de un bolivariano trasnochado o como me quieran catalogar, esto se trata, a mi entender, de la SUPERVIVENCIA del proceso revolucionario en si mismo.
¿Por qué digo esto con tanta vehemencia?
Porque el eje fundamental que diferenciará y al mismo tiempo debe evitar la tentación de imitación o aplicación de modelos político/económicos de otros países a ultranza en nuestra Venezuela, será sin duda alguna el espíritu Bolivariano.
Se creemos en Bolívar, si admiramos su obra y lo que soñó para nosotros, si nos calcina el alma la indignación de conocer el destino final que la vida le deparó por la traición de la cual fue objeto, tanto él y todo por cuanto lucho, si pensamos que vale la pena morir por acariciar la gloria que supone imitar su ejemplo, entonces y solo entonces podremos ser dignos de llamarnos Bolivarianos.
Y es que debemos ser Bolivarianos ante todo, para poder entender el rumbo que a nuestro Socialismo del Siglo XXI queremos marcar. Si creemos en Bolívar, será entonces el peso de su mirada y la rigidez de su ceño el que nos llame a rectificar cuando parezcamos equivocarnos en el proceso de edificación de nuestro Socialismo Revolucionario y Bolivariano del Siglo XXI.
Simón Bolívar, su ejemplo de constancia y de amor por esta patria latinoamericana, deberá ser nuestra brújula en el camino que debemos trajinar para ser dignos y verdaderamente libres.
Simón Bolívar, deberá ser la luz que nos alumbre dentro de la oscuridad que supone transitar la vereda del tiempo sin mas recursos que la voluntad de hacer las cosas, tal y como lo hacemos en el proceso de pasar de niños a hombres.
Tenemos la suerte, de haber sido cuna del más grande hombre nacido en este mundo de aquí en muchos siglos, salvo aquellas excepciones religiosas que no viene al caso discutir aquí.
Esto de por si, ya nos hace singulares en la historia universal, sea pues el nombre de Bolívar, propicio para la edificación de esta nuestra Casa de la Revolución.
Sea pues, el nombre de Bolívar, nuestro escudo y coraza ante aquellos indignos del mundo que quieran atacar este bello proyecto que se empeña en nacer, no obstante tantos Herodes y Judas que le merodean y hasta le acarician.
Entonces, aunque comprendo y pueda entender la sobre entendida y tácita presencia del espíritu del Libertador en la conformación de esta nueva organización política, no menos cierto es que RECIENTO EN MI ALMA DE BOLIVARIANO y por todo lo que he dicho anteriormente en el presente texto, que la presencia del espíritu del Libertador, deba tratarse como algo pre-supuesto, algo sobre entendido, algo que esta allí aunque no lo veamos ni nombremos, algo tácito pues.
¿Somos Bolivarianos o no Somos Bolivarianos?, por lo que exijo (en el buen sentido de la palabra) una reflexión de todos y ruego sepan interpretar este mi sentir y en su justa dimensión, mi observación.
Con mucho respeto, y por sobre todo, mucho sentimiento, quedo de ustedes.
Ramon E. Garcia S.
Ramongsgs@hotmail.com
Ramongsgs2003@yahoo.com
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