Carta de una hija a su padre con motivo de los cambios que está viviendo el país...

y a muchos padres, madres e hijos...

El rinoceronte es un animal extraño, maravilloso que irrumpe en una comunidad y termina transformándola. En Rinoceronte tal vez midamos nuestra apatía política, pero antes que nada, medimos una de nuestras dimensiones humanas más empobrecidas: nuestra memoria de especie y nuestro papel en la legitimización de nuestros discursos de realidad. Al final, en Rinoceronte lo único que queda claro es que somos humanos y los rinocerontes, rinocerontes por más que insistan los medios masivos en lo contrario. -Crítica a la Obra de Ionesco-

Por: Mariela Moreno Pérez

Tomado de: www.aporrea.org

AMADO PAPÁ. Ojalá alguien te haga llegar esta carta...

Quiero hablarte de lo que he aprendido de ti.

Me enseñaste de niña la diferencia que había entre ser moral, ético, e inmoral, a decir la verdad y nada más que la verdad, a sentir respeto a la humanidad, muy especialmente, me enseñaste a sentir respeto hacia aquellas personas que carecen de bienes materiales, que no tienen acceso a la educación, que tienen una vida difícil. Por ello hoy me cuesta mucho entender que te expreses de los humildes que apoyan a este gobierno, con expresiones como “son unos ignorantes”.

Como te iba diciendo acentuaste en mí el respeto y la justicia. Me aseverabas que juzgar a los otros no era digno de nadie. Jamás conocí de ti el que pudieras ponerte a hablar con otros acerca de la “Chusma que hoy gobierna a este país”. ¿Qué ha pasado con ese respeto que predomina en tus más nobles sentimientos?

De adolescente pensé siempre que eras un gran revolucionario. Un hombre que sin dogmatismos nos mostrabas las polaridades en las que se sumerge el ser humano. Hoy te desconozco. Quiero recuperar a mi papá. Quiero al padre objetivo capaz de mirar de un lado y de otro, sin sentirse amenazado por los cambios que este proceso va favoreciendo.

Papá, ni estás viejo, ni está pasando nada grave en Venezuela. En este país está ocurriendo todo lo que me enseñaste de niña. Se está tomando en cuenta a quienes antes solo eran mirados más que para ser explotados y utilizados. Hoy día, papá querido, veo por doquier a la gente comprendiendo e internalizando su realidad y caminando para lograr sus sueños.

Sé que tu esposa, la que no es mi madre, te recibe con "Globovisión" para desayunar, almorzar y cenar. Sé también que te encantan los noticieros porque desde niños también nos acostumbraste a estar informados, a amar el arte y la cultura. Y yo te pregunto a ti que eres tan sabio ¿crees en verdad que esta emisora que enaltece el horror, la mentira y la muerte dice la verdad? ¿por qué lo crees? ¿a dónde se fue la enseñanza que nos mostraste con tus actos de ser un señor y un papá bien asentado ante los horrores del mundo?. Sé también que que con tu santa esposa, tu compañera de estos tiempos, el único tema de conversación es el rumor, el chismorreo y la criticadera a todo lo que este gobierno hace...¡¡cómo te desconozco!!... tú, que nos enseñaste a tener siempre el tiempo y la palabra ocupada en la construcción de cada uno de tus hijos como personas en crecimiento.¿será que me clonaron a mi padre y al verdadero me lo tienen encerrado tras ese cuadrado electrico llamado televisión? ¿a donde se fue tu esencia papá?

Papá, te invito a apagar el televisor. Te quiero completo, decente, bueno, tal como eres en el fondo de tu corazón. Te quiero íntegro, dulce y respetuoso. Quiero dejar de ver en ti al monstruo intrigante, enfermo y patán que reproducen los medios de comunicación. Esos que hoy cien por ciento se sienten amenazados ante los cambios inminentes. ¿Sabes qué me extraña sobremanera? Que apoyes a estos medios que en otra época nos prohibías ver porque lo que "hacían era entorpecer la mente de los que los veían"... acaso no te das cuenta de que ahora es cuando más están entorpeciendo la verdad y la vida? ¿no te das cuenta que solamente quieren que pensemos la mugre que ellos tienen en sus oscuros sentimientos?. Son tan frontales en su suciedad que lo que hacen es inyectarnos a su plena conveniencia su mortífero veneno.

Me dijo un médico especialista, que en estos tiempos, en los que las televisoras se dedican a multiplicar el rumor y la muerte, el hablar de un país que no arranca (porque como ellos no arrancan se creen que los verdaderos patriotas no lo han hecho... no quieren ver la maravilla lograda hasta hoy, por un gobierno que va a paso de vencedores), entonces, me dijo este especialista que la enfermedad va rondando a aquellos que se regodean viendo, mientras comen, mientras descansan y mientras duermen a esos monstruosos y aberrantes canales que la enfermedad los ronda, que han caído en depresión y hasta en males nunca vistos como por ejemplo el sentirse amenazados por fuerzas tan oscuras y grises como lo que ellos son. Medios de incomunicación que tan sólo saben descalificar, mofarse de la existencia del hombre sencillo y de la posibilidad de progreso de un país rico y maravilloso.

¡¡pobrecitos, cómo saben lo que hacen, de qué manera se han especializado para aprovecharse de los ilusos!!... y cómo ignoran su verdadera ignorancia...¿Serás capaz de relacionar ese yeyo que te dió y que te llevó a estar interno por un día en la clínica a punto de un ACV, con ésta nueva dinámica de vida que estás llevando? ¿será que has de poder relacionar los múltiples achaques de tu esposa que ya habla como Martha Colomina, Napoleón Bravo y Orlando Urdaneta todo el día? ¡pobrecita y de qué manera te ha contaminado!

Cierro repitiendo lo que me dice tu hijo, el que está casado, mi hermano del alma: “Estos medios de comunicación se apoderan de los pobres seres humanos que carecen de verdadera espiritualidad... se apoderan de los pobres que tienen que agarrarse de algo para sentirse alguien”...

Yo, tu hija, quiero al padre que hoy los medios de comunicación me han robado. Quiero a mi papá íntegro y justo.

tu hija Eme-Luz

Por: Mariela Moreno Pérez