Rosales está multiplicando sus caminatas y asambleas con mas activismo y menos palabras porque cuando habla se desfavorece, y sobre todo está apareciendo su esposa Evelyn de Rosales que transmite una excelente imagen de frescura...Por: Saulo Fernández
El candidato Manuel Rosales va tomando el paso y está corrigiendo los errores iniciales de su campaña. Lo primero es esconder en el baúl presencias negativas de pésimo recuerdo para los venezolanos como Teodoro Petkoff, Cecilia Sosa, Tejera París, CAP, Lusinchi, Héctor Alonso López, Eduardo Fernández y demás personajes del pasado. Para no quedarse ahí también ha tirado en el pipote lastres menores como Julio Borges, el palangrista William Ojeda (ya no sirve como contacto con J.V. Rangel porque ahora la relación es directa con el candidato), Luis E. Rondón (en suspenso porque su hijo es utilizable como director de partidos del CNE por ser de confianza de Tibisay Lucena), y otros adecos como Marquina, Coba, Alcántara y el borrachito Pastor Heydra a quienes les encomendó alborotar a AD pero ya cumplieron su misión. Todos quieren coger sombrita pero el candidato los ha usado literalmente como papel sanitario: una vez y para el basurero. Nada de cargos en el comando, ni fotos cerca del candidato, ni siquiera aparecer juntos en las caminatas y asambleas. Nada. Para el baúl.
Otra medida es que todas las actividades de campaña, sobre todo las que tienen que ver con apariciones en los medios y manejo de recursos económicos, son manejadas exclusivamente por maracuchos y punto. Uno que otro académico ingenuo como el jefe de campaña José Vicente Carrasquero (¿cuántos jefes de campaña hay? ¿Petkoff no era también jefe de campaña? ) fueron sacados de la escena por hablar más de la cuenta y por metidas de pata inadmisibles en una campaña corta que requiere dirigentes expertos y de inteligencia rápida.
Los usa y los desecha friamente. La arrechera de Petkoff es gigantesca. Para disimular se la pasa en el interior declarando a los medios y dándoselas de que el candidato no hace nada sin previamente consultar con él. Rosales es mucho más listo que el montón de políticos capitalinos mediáticos con muchas agallas y ninguna tropa. Entre la "jovencita" saltimbanqui Alejandra Belandria Ruizpipineda, a quien en predios de la difunta CD apodaban "tarimita" (si el abuelo resucitara saldría espantado de pena), y el "internacionalista" Timoteo Zambrano le pidieron al candidato la molleja de diez mil millones de bolívares. La primera y que para organizar unos conciertos de rock y garantizarle al candidato millones de votos juveniles (el pendejote Ocariz ya había ofrecido públicamente al candidato Rosales 3 millones novecientos mil votos de jóvenes de PJ). El "internacionalista" Zambrano y que para cuadrar la Internacional Socialista en un lobby mundial contra Chávez para "blindar" el triunfo electoral del 3D y evitar el fraude chavista
El caso de Julio Borges es para coger palco. Además de que tuvo que tragarse el discurso generacional sentado entre dos añosos venerables de la Cuarta República (Rosales el cincuenticuatrón y Petkoff el setentilargón), sino que del juguetico de la vicepresidencia no se ha vuelto a hablar y el candidato no le permite ninguna cercanía. No habla con él ni por teléfono. Peor, los únicos de Primero Justicia que Rosales permite que aparezcan en la campaña son precisamente los acérrimos enemigos de Julio Borges: Liliana Hernández, Gerardo Blyde, Leopoldo López y Ramón José Medina. Los "borgistas" Capriles Radonsky, Bricquet y Ocariz siguen dentro del pipote.
Rosales está multiplicando sus caminatas y asambleas con mas activismo y menos palabras porque cuando habla se desfavorece, y sobre todo está apareciendo su esposa Evelyn de Rosales que transmite una excelente imagen de frescura, inteligencia y sensibilidad. La verdad, se expresa muy bien, mucho mejor que su esposo. La gran falla sigue siendo que Rosales no pelea por las condiciones y aquí se sigue notando la influencia de Petkoff y Borges. Está tomando mucha fuerza la sospecha de que existe un acuerdo entre el gobierno y Rosales para éste llegar hasta el final sin condiciones a cambio de que le respeten volver a la gobernación del Zulia y que no lo enjuicien por haber firmado el decreto Carmona. El tema de las condiciones volvió a coger fuerza y si el candidato no pelea rotundamente por ellas va a perjudicar notablemente sus posibilidades. La gente está atenta. Los platos rotos los pagará Rosales, no Petkoff ni los otros cadáveres del comando que no tienen nada que perder salvo haber tirado un anzuelo a ver si pescaban algo. Se irán con su anzuelo a otra parte. Como siempre.
Por: Saulo Fernández
saulofernandez@hotmail.com
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