Por: JotaDobleVe
La eticidad del acto médico no ha sido inmodificable, rígida, sino que ha sufrido cambios con el paso del tiempo. No puede pasar inadvertido, sí, que luego de lo aportado por los médicos hipocráticos, la suerte de la Ética Médica no estado propiamente en manos de los mismos médicos.
La infeliz demostración de ética médica demostrada por la galena de la Clínica Ávila en el caso del combatiente de pedigrí Jorge Rodríguez; trae a colación una serie de consideraciones: más que la obligatoriedad, o no, de las clínicas privadas de prestar atención médica de emergencia a un paciente está el hecho de la necesidad que tiene el estado de privatizar o no la medicina; para que el paciente logre la atención que nerece.
Ya es tiempo que la asamblea venezolana legisle para terminar con el ejercicio de la profesión médica como una actividad corsaria dirigida al enriquecimiento personal de una casta que se cree privilegiada, enriquecimiento que a base de las miserias de los pacientes… Cuantas familias han quedado materialmente en la ruina por tratar de salvar la vida de un familiar ante la ambición desmedida de las clínicas privadas y médicos corsarios... y lo que es peor cuantos padres de familia, madres, ancianos o niños han encontrado la muerte al serle negada la entrada en el hospital más cercano a un suceso por no contar en el momento con don o tres docenas de millones que le exigían para poder darle el servicio; y verse obligados a comenzar un “ruleteo” entre clínicas públicas o privadas.
Los hospitales y clínicas privadas deben ser intervenidos (expropiados, adquiridos o alquilados) por el estado; quienes fijará las tarifas a cobrar de una forma escalonada según los ingresos de sus pacientes y/o una investigación social del los mismos; los establecimientos serán administrados por cooperativas de sus propios empleados y trabajadores.
La profesión médica debe ser declarada utilidad nacional y bien social, y los médicos deberán pasar a ser empleados del estado devengando un BUEN sueldo de acuerdo al tabulador existente para profesiones equivalentes (Ingeniería, Derecho, Economía) y con montos escalatorios acordes con sus estudios de mejoramiento profesional, experiencia, años de servicio y beneficios sindicales. El ejercicio libre de la profesión debe estar reservado a profesionales que cuenten ya con su doctorado (NO antes), y sólo en el caso de especialidades clínicas (NO quirurgicas), y ese ejercicio libre deberá estar sujeto a un tabulador de cobros emitido por las autoridades competentes; todo médico a nivel nacional sea cual sea su condición deberá prestar por lo menos un 25% de tiempo de servicio social módulos médicos de barriadas, Barrio Adentro, hospitales de emergencia etc.
Yo creo que de esta forma se acaban los abusos como el que le ocurrió al camarada Rodrigues; y acabamos con ciertos privilegios elitescos que se han auto otorgado ciertos sectores médicos del país que como aquellos “tecnócratas” de PDVSA han prostituido el apostolado médico, permitiéndose el derecho de creerse dioses.
O pagas o mueres… que no hay otra…
Nos vemos en las teclas….
JotaDobleVe
ADELANTE Y A FONDO CON LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA
Compatriota, cuando usted dice acertadamente en su artículo:” Ya es tiempo que la asamblea venezolana legisle para terminar con el ejercicio de la profesión médica como una actividad corsaria dirigida al enriquecimiento personal de una casta que se cree privilegiada, enriquecimiento que a base de las miserias de los pacientes…” está solicitando lo que todos queremos y esperamos, la consolidación de la revolución, los cambios profundos en nuestra sociedad y no reestructuraciones, que más temprano que tarde le dan “la vuelta” y caemos en lo mismo.
ResponderBorrarSu proposición debe ser tomada como parte de una lucha dirigidas por los revolucionarios de “a pies” contra los parlamentarios, que son los que pueden realizar o llevar acabo su clamor tan necesario y urgente.
La asamblea nacional a mi entender no cuenta con verdadero revolucionarios; prefirieron legislar acerca de la ley de casinos y juegos de azar, que hacerlo sobre una ley de contraloría social, por ejemplo.
Dios quiera que su reclamo o solicitud sea atendida o leída por los parlamentarios, un grupo de compatriotas que son incapaces de escribir un artículo de opinión en aporrea (con sus excepciones), para que uno sepa como piensan y que opinan respecto a lo que usted y otros escriben diariamente, acerca de el acontecer nacional.
Al leer su artículo no pude evitar los recuerdos (y por supuestos las lagrimas) de lo que tuve que pasar en los hospitales con mi único hijo varón hace 10 años; contaba con 18 años cuando murió después de 11 meses de sufrimientos.
Días atrás les escribí a todos y cada uno de los parlamentarios en los correos publicados en la asamblea nacional, ni uno solo contestó.
La forma de hacer revolución debe ser impulsando cambios radicales como el que usted plantea.
Saludos cordiales,
Valentín Márquez G.
Suscribo 100% su articulo publicado en Aporrea. Muchas felicidades y ojalà su clamor tenga eco en algun gobernante con esfèrìcas.
ResponderBorrarAntonio Pisano Bartolomeo
Estimado amigo,
ResponderBorrarMuchas gracias por dignarse a leer lo que escribo, y sobre todo molestarse en contestarme.
Sacando del tema de la discusión el “cual o tal hospital o clínica que una persona puede ir o no, EN UNA EMERGEMCIA”, lo que es una grosera manipulación en caso del Camarada Rodríguez (La clínica Ávila es la más cercana al sitio del accidente y usted bien lo sabe como caraqueño); su insinuación, por lo tanto, es mal intencionada y de muy mal gusto, por ello no creo que deba ser contestada…
Pero usted no deja de tener razón en parte de lo que expone.
Pero usted olvida mencionar la cantidad de veces, y la gran cantidad de millardos, que destino por decena de años y en múltiples oportunidades la Cuarta República para recuperar esos Hospitales Públicos… La cortedad de su memoria le impide recordar que cada vez que se dotaba un hospital publico la falta de ética de médicos corsarios y de trabajadoras y enfermeras los tres gremios amparados a la sombra de la protección del puntofijismo saqueaban y desvalijaban los hospitales para beneficios personales.
Hoy en día está enfrentada la “ética social” de los médicos cubanos con nuestro barrio adentro en contra la “ética mercantilista” de muchos de los médicos venezolanos, médicos corsarios de su profesión y saqueadores del bien público; sería interesante ver el resultado de una inspección a fondo de los seriales y “origen de procedencia” de mucho de los diversos "aparatos" en clínicas particulares; sobre todo en esas cliniquejas que proliferan alrededor de los Hospitales y que prestan (expoliando al pobre) los servicios que los mediquejuelos "sin ética" no prestan porque adrede dañaron los aparatos (esperando su des incorporación para robárselos una vez más).
Gracias por su comentario.
JotaDobleVe