Tomado de: CUBA SI
El poblado de Shinahota, en el Chapare boliviano, se ratificó como referente de la integración latinoamericana, tras reunirse allí los presidentes Evo Morales, su homólogo venezolano, Hugo Chávez y el vicepresidente cubano, Carlos Lage.
Una concentración popular sin precedentes en esa localidad saludó a los dignatarios, quienes llegaron hasta allí para hablar de unidad continental.
Visiblemente conmovido, el alcalde de Shinahota, Rímer Agueda, aseguró a Prensa Latina que nunca antes en esa explanada, con capacidad para unas 100 mil personas, se había reunido tanta gente.
“En la madrugada y desde remotas comunidades, familias enteras llegaron hasta aquí en buses, camiones, a como diera lugar, para saludar a los mandatarios”, apuntó.
Una maestra de secundaria básica, Miriam Torrico, aseveró que el viernes 26 de mayo pasaría a la historia del país y así lo ha hecho saber a sus alumnos.
Llevamos esperando horas para saludar a los visitantes, dijo la joven pedagoga, quien dijo que ponen el corazón en los convenios a firmarse entre los tres países y los beneficios inmediatos que traerán los bolivianos, sobre todo en los sectores educacional y de la salud.
Leonida Zurita Vargas, prestigiosa productora de la hoja de coca, dijo ver realizado sus sueños al conocer proyectos en el marco de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) y el Tratado de Comercio de los Pueblos que hablan de la industrialización del tradicional cultivo.
Las mujeres campesinas no defraudaremos a nuestro presidente, el único que ha sabido revindicar de forma concreta los derechos de centenares de pueblos indígenas de cultura milenaria, agregó.
Este acto de pueblo permitió además expresar nuestro apoyo incondicional al gobernante Movimiento al Socialismo, Evo Morales, acotó.
Con más de 15 mil habitantes, Shinahota, capital de la provincia Tiraque, situada a los pies de la colina Waranka y a orillas del rio Chinahuaca, fue el punto culminante de un recorrido que realizaron Morales, Chávez y Lage, sobre una camioneta descapotada, en la cual se trasladaron desde el vecino aeropuerto de Chimoré.
Durante unos 21 kilómetros de caravana, a ratos interrumpida por ellos mismos para saludar a los habitantes de aquellos parajes, se apreciaron muestras de hospitalidad y cariño hacia los dirigentes de Bolivia, VEnezuela y Cuba.
Esa imagen volvió a repetirse en la concentración popular, ante la cual los visitantes hicieron uso de la palabra, vestidos con el maykos (poncho de los líderes) y el chulo (gorro), atuendos tradicionales de las comunidades indígenas.
Lage, como primer orador, trasmitió un saludo al pueblo de Bolivia a nombre del presidente cubano, Fidel Castro, cuyo nombre fue aclamado por los manifestantes.
Condenó además ataques del presidente de Estados Unidos, George Bush, contra la democracia en la nación fundada por Simón Bolívar y dijo que el jefe del régimen de Washington debería estar aquí para ver al pueblo abrazar a su líder y al mandatario venezolano, Hugo Chávez.
Sobre la concentración popular dijo que era expresión de que al asumir Evo Morales los bolivianos gobernarán para siempre su tierra, sus recursos naturales, su patria y su futuro.
También explicó que la Revolución cubana ha cooperado siempre con este pueblo, pero la presencia de un gobierno legítimo y popular crea posibilidades para ampliar esa colaboración.
A su turno, y con frecuencia ovacionado por el público, el mandatario venezolano se remontó a la historia, a las raíces, a los próceres que como Tupak Katari, Simón Bolívar, Sucre y Santa Cruz, quienes clamaron por la unidad latinoamericana.
A partir de ahora, aseveró, Bolivia, Venezuela y Cuba se abrazan para siempre.
También denunció que Estados Unidos prepara una conspiración para derrocar al mandatario boliviano, pero advirtió que el pueblo hará fracasar ese empeño.
Al resumir el acto popular, Evo Morales señaló que la dignidad y la independencia unen a Bolivia, Cuba y Venezuela, que esperan sumar a más naciones a la integración.
Apuntó además que mientras haya en la región países sometidos a Estados Unidos o a los tratados de libre comercio (TLC) con esa nación, jamás será posible la unidad latinoamericana.
Advirtió también que para liberarse de esa dependencia es necesario recuperar los recursos naturales, para que pasen a manos del Estado, bajo el control del pueblo, tarea que debe cumplir la Asamblea Constituyente.
Morales precisó que si los partidos tradicionales ganan en las urnas, volverían a privatizar y entregar a las transnacionales los hidrocarburos recientemente nacionalizados.
Afirmó que si en diciembre ganaron con más de la mitad de los votos, en la nueva justa la meta es triunfar con 70 u 80 por ciento, para un verdadero y radical cambio.
Morales elogió la cooperación médica cubana, la Operación Milagro, que el domingo próximo completará seis centros oftalmológicos en Bolivia, y la formación de médicos bolivianos becados en Cuba.
También puso énfasis en los acuerdos de cooperación con Venezuela, para la industrialización de los hidrocarburos y el impulso a la minería y la agroindustria, como parte de más de 200 proyectos.
Nuestra lucha no es solamente por la hoja de coca, el gas natural y los demás recursos naturales, sino por la unidad de los pueblos del mundo, sentenció.
Shinahota, cuyo nombre proviene de la lengua yuracaré y significa enorme cantidad de hormigas que transportan hoja verde para su alimento, pasó ahora a la historia como símbolo de los pueblos originarios de Latinoamérica que se juntan hasta alcanzar su plena soberanía.
Visiblemente conmovido, el alcalde de Shinahota, Rímer Agueda, aseguró a Prensa Latina que nunca antes en esa explanada, con capacidad para unas 100 mil personas, se había reunido tanta gente.
“En la madrugada y desde remotas comunidades, familias enteras llegaron hasta aquí en buses, camiones, a como diera lugar, para saludar a los mandatarios”, apuntó.
Una maestra de secundaria básica, Miriam Torrico, aseveró que el viernes 26 de mayo pasaría a la historia del país y así lo ha hecho saber a sus alumnos.
Llevamos esperando horas para saludar a los visitantes, dijo la joven pedagoga, quien dijo que ponen el corazón en los convenios a firmarse entre los tres países y los beneficios inmediatos que traerán los bolivianos, sobre todo en los sectores educacional y de la salud.
Leonida Zurita Vargas, prestigiosa productora de la hoja de coca, dijo ver realizado sus sueños al conocer proyectos en el marco de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) y el Tratado de Comercio de los Pueblos que hablan de la industrialización del tradicional cultivo.
Las mujeres campesinas no defraudaremos a nuestro presidente, el único que ha sabido revindicar de forma concreta los derechos de centenares de pueblos indígenas de cultura milenaria, agregó.
Este acto de pueblo permitió además expresar nuestro apoyo incondicional al gobernante Movimiento al Socialismo, Evo Morales, acotó.
Con más de 15 mil habitantes, Shinahota, capital de la provincia Tiraque, situada a los pies de la colina Waranka y a orillas del rio Chinahuaca, fue el punto culminante de un recorrido que realizaron Morales, Chávez y Lage, sobre una camioneta descapotada, en la cual se trasladaron desde el vecino aeropuerto de Chimoré.
Durante unos 21 kilómetros de caravana, a ratos interrumpida por ellos mismos para saludar a los habitantes de aquellos parajes, se apreciaron muestras de hospitalidad y cariño hacia los dirigentes de Bolivia, VEnezuela y Cuba.
Esa imagen volvió a repetirse en la concentración popular, ante la cual los visitantes hicieron uso de la palabra, vestidos con el maykos (poncho de los líderes) y el chulo (gorro), atuendos tradicionales de las comunidades indígenas.
Lage, como primer orador, trasmitió un saludo al pueblo de Bolivia a nombre del presidente cubano, Fidel Castro, cuyo nombre fue aclamado por los manifestantes.
Condenó además ataques del presidente de Estados Unidos, George Bush, contra la democracia en la nación fundada por Simón Bolívar y dijo que el jefe del régimen de Washington debería estar aquí para ver al pueblo abrazar a su líder y al mandatario venezolano, Hugo Chávez.
Sobre la concentración popular dijo que era expresión de que al asumir Evo Morales los bolivianos gobernarán para siempre su tierra, sus recursos naturales, su patria y su futuro.
También explicó que la Revolución cubana ha cooperado siempre con este pueblo, pero la presencia de un gobierno legítimo y popular crea posibilidades para ampliar esa colaboración.
A su turno, y con frecuencia ovacionado por el público, el mandatario venezolano se remontó a la historia, a las raíces, a los próceres que como Tupak Katari, Simón Bolívar, Sucre y Santa Cruz, quienes clamaron por la unidad latinoamericana.
A partir de ahora, aseveró, Bolivia, Venezuela y Cuba se abrazan para siempre.
También denunció que Estados Unidos prepara una conspiración para derrocar al mandatario boliviano, pero advirtió que el pueblo hará fracasar ese empeño.
Al resumir el acto popular, Evo Morales señaló que la dignidad y la independencia unen a Bolivia, Cuba y Venezuela, que esperan sumar a más naciones a la integración.
Apuntó además que mientras haya en la región países sometidos a Estados Unidos o a los tratados de libre comercio (TLC) con esa nación, jamás será posible la unidad latinoamericana.
Advirtió también que para liberarse de esa dependencia es necesario recuperar los recursos naturales, para que pasen a manos del Estado, bajo el control del pueblo, tarea que debe cumplir la Asamblea Constituyente.
Morales precisó que si los partidos tradicionales ganan en las urnas, volverían a privatizar y entregar a las transnacionales los hidrocarburos recientemente nacionalizados.
Afirmó que si en diciembre ganaron con más de la mitad de los votos, en la nueva justa la meta es triunfar con 70 u 80 por ciento, para un verdadero y radical cambio.
Morales elogió la cooperación médica cubana, la Operación Milagro, que el domingo próximo completará seis centros oftalmológicos en Bolivia, y la formación de médicos bolivianos becados en Cuba.
También puso énfasis en los acuerdos de cooperación con Venezuela, para la industrialización de los hidrocarburos y el impulso a la minería y la agroindustria, como parte de más de 200 proyectos.
Nuestra lucha no es solamente por la hoja de coca, el gas natural y los demás recursos naturales, sino por la unidad de los pueblos del mundo, sentenció.
Shinahota, cuyo nombre proviene de la lengua yuracaré y significa enorme cantidad de hormigas que transportan hoja verde para su alimento, pasó ahora a la historia como símbolo de los pueblos originarios de Latinoamérica que se juntan hasta alcanzar su plena soberanía.
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